jueves, 20 de octubre de 2011

Deshojando la Margarita


Margarita llegando al río, paró
Se adentró unos pasos. Él la veía.
Su cuerpo en el agua sumergió,
para comprobar si Paco la salvaría.

Como gato asustado la miró.
Dijo: Es que, no sé si nadaría.
Atrás, cuándo ella le conoció,
estaba segura que sí lo haría.

Ahora el tiempo cambió
y Margarita saber quería,
si aquel amor que la embrujó,
por ella, capaz de morir sería.

Paco, sus pantalones remangó
con gran acto de valentía.
Pero... ni un pie se mojó.
Es que, el agua está muy fría.

Margarita no se ahogó...
porque su reacción ya sabía.
El, sus patas de pantalón bajó
y media vuelta daría.

¡Pacooo! Ella lo llamó
y Paco, corría y corría.
Cien leguas casi trepó.
¡Que se ahogue ella! Decía.

¡Anda! Este, que tanto me amó,
ha salido en estampía.
Ufff, Margarita se salvó,
pues ya preparada venía.

Con esta prueba descubrió,
el "gran amor" que él le tenía.
Margarita con un hombre se casó
y Paco, dicen; que corriendo seguía.

Mari Carmen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Menos mal que Paco yo no me llamo,
Me llamo Antonio y soy del Arcellón.
En verdad digo y lo hago de corazón
Siempre acudo cuando tengo un reclamo.

Margarita, Conchita o Encarnación,
Si en el río os queréis remojar
A este buen amigo podéis llamar
Para que os acompañe en el chapuzón.

¡No tengáis miedo, podéis nadar!
A favor del río, o a contracorriente,
Pues ningún peligro os va a acechar.

Aquí tenéis un socorrista caliente
Que quiere sus “lererles” remojar
Tal como haría el soldado valiente.

Antonio Martínez