sábado, 31 de marzo de 2012

Miedo en el silencio.

Relato. (1ª parte). Basado en hechos reales. Se ha cambiado el nombre de los personajes.
Pepe y María, habían subido a dormir esa noche a la buhardilla.
Era sábado. Los fines de semana tenían esta costumbre.
Pepe se acostó directamente. Ella se quedó en el sofá viendo una película. Terminada ésta, empezó otra de cine clásico que eran sus preferidas. No entendía el idioma pero iba subtitulada con el suyo. Estaba demasiado cansada para quedarse dormida y decidió verla, leyendo, hasta que le entrase sueño. Bajó el volumen del televisor a cero, se acomodó y a disfrutar de la sesión cinematográfica.
El film de suspense e intriga le fue llevando poquito a poco su pensamiento, a unas horas atrás.


María, casi terminando el duro día de trabajo y recogiendo los bártulos, vio entrar a su marido al local, haciéndole una propuesta.

- María, es muy tarde, estás cansada, ahora llegamos a casa y te lías con la cena. He pensado; Andamos al restaurante, tomarnos cualquier cosa ligera y mientras descansas, bien te lo has ganado hoy. ¿Qué te parece?
- Me parece perfecto.
- Pues nada, vamos.
- Ufff, tenemos un problema.
- ¿Cual?
- El niño. La niña no me preocupa, se queda a dormir en casa de la abuela, pero Elías, es casi su hora de recogerse, llegará a casa y no sabrá dónde estamos.
- ¡Que nos busque!.
- Si, pero a ver dónde, porque lo mas lejos que imagina es que nos hemos ido al restaurante.
- Déjale una nota. Cuando llegue, se una a nosotros.
- Vale, no es mala idea. La pongo en la puerta, así la verá.

No habían andado cincuenta metros cuando escuchan la voz de Elias.

- ¡Mamá! ¡Papá! ¿Dónde vais?
- Arriba, al restaurante, para tomarnos algo de papeo. ¿Nos acompañas? ¿O te abrimos y entras en casa? Como prefieras.- Contestó María-.
- Voy con vosotros-, dijo el chico de 12 años.

Al regreso, entraron los tres por la cochera. Ninguno se acordó de quitar la nota que estaba pegada en la puerta de la calle. Allí quedó. Con el siguiente texto: “Elías, no hay nadie, hemos ido a La***, si quieres venir con nosotros acércate y si prefieres quedarte en casa cualquiera de las dos abuelas tienen llave, pides una y entras. Ya vendremos. Besos.”

La película estaba en su punto mas interesante pero María no dejaba de pensar en la nota.
¿Y si algún ladrón lee esto e intenta entrar en casa? En cuanto termine la peli bajo y la quito, no puedo acostarme con esta zozobra, no estoy tranquila, son las dos de la mañana, el niño está abajo dormido en su habitación. Si entra un delincuente al primero que pillan es a Elías. ¡No, por Dios! ¡Mi hijo!
Estos pensamientos estaban martirizando su cabeza por segundos. Sus oídos en el silencio de la noche se agudizaban intensamente.
Todo estaba en calma. No sentía nada ruidoso excepto los latidos de su corazón acelerado por causa de su pensamiento.
De repente oyó una puerta abrirse fuertemente, seguido, unos golpes estruendosos como de muebles cayendo al suelo.
El miedo la paralizó, no podía moverse, respirar, ni llamar a su marido que estaba a menos de cuatro metros durmiendo profundamente. Solo la movió de inmediato el grito de su hijo. ¡HUUUMMM! ¡HUUUMMMMM!
Un escalofriante sonido entre alarido y grito, dado con la boca tapada.

Continuará...

Mari Carmen.

3 comentarios:

El Canepica dijo...

Doña Maricarmen el Tio del Saco y el Tio Sain a mi no me asustan. Pero este relato me ha dado mucho miedo y no puedo dormir por la noche y mi madre me dice que no lea cosas de mayores y que me acueste temprano y cierre los ojos y piense en las almendras torras que me traera el Sr. Arcellon y asi no tendre susto.
El Canepica

Arcellón dijo...

Créeme que lo siento Canepica,
el almendro es árbol muy friolero,
y tanto frío nos hizo en Febrero,
que no le dejó ni una almendrica.

Y no me pidas almendras viejas,
pues ya las regalé al Pirulero;
de tantas que comió el puñetero,
se le salían hasta por las cejas.

Muy de prisa vendrá contestando
con pitos, flaútas y volteretas;
pero nunca con el verso rimando.

Seguro, utilizará muchas tretas
para a todos venir fastidiando
y lo mandaremos a hacer puñetas.

Saludosss de terrorrrrrrrrrrrrrrr

Mari Carmen dijo...

Venga chicos que ya tenéis el desenlace jejeje, uffff! cada vez que me acuerdo...qué susto xD!!