miércoles, 30 de mayo de 2012

Flamencas populares.


Vamos a ver si alegramos un poco la cosa, con estas letricas Flamencas Populares.

Dijo Santo Tomas de Aquino
Y lo dejo escrito en la historia
Que a tó el que le gusta el vino
Irá derecho a la gloria
Sin torcerse en el camino.
"Copla"

Quisiera tener de lomo
La barriga prevenía
Y de longaniza el colmo
Diciendo con alegría
¡Venga vino, que me ahogo¡
"Fandango de Lucena".

La mujer que a su mario
Toma en aborrecimiento
O esta loca del sentio
O es que quiere otro instrumento
Que le de mejor sonio.
"Fandango de Lucena"

Un novio pidió a su novia
Agua por la gatera
Lo que yo no puedo decir
Es lo que el novio le dio a ella
Porque yo no esta allí.
"Fandango de Lucena".

El Flamenco tiene tambien su gracia y picaresca, no todo es un tio sentao en una silla con dolor de barriga.

De mis lecturas. Anton Pirulero.

jueves, 24 de mayo de 2012

Respuesta de Canepica.


Gracias a la Doña doy
pues hasta el día de hoy
pocos de mi se acuerdan.
Solo tengo un amparo
mi madre la Talegona
que sin ser de Tarragona
me defiende como leona
de las "chucherias" de Arcellón
de las pillerías del Tio del Saco
y de las mentiras de Anton.

Arcellón y el Tio del Saco
se que mucho me quieren,
pero mi madre me dice:
Tienes que niño ser,
no escuchar lo que estos dicen
y la escuela para aprender
pues este par de elementos
te pueden echar a perder,
conociendo antes de tiempo,
lo que no debes saber.

Un besito del Canepica.
 


martes, 22 de mayo de 2012

Para el Canepica.


Al Canepa prometí
hacer un corto poema.
De condumio, el tema,
y con cariño, para ti.

Light, porque quema,
chupando orujo te vi,
con tu biberón aprendí,
solución; a problema.

De ese brebaje bebí,
aquel buen quita-pena.
Mocillicas por condena,
Y rica panceta comí.

Canepica, ¡gran faena!.
nada de cosas pitiminí,
pues no quiero para mi,
algo que panza no llena.

Advierte a papi Saí
que meta en su trena,
jamón y cosa buena
y el orujo que pedí.

Mari Carmen.

domingo, 20 de mayo de 2012

Notas.



Esto de poner escritos por los rincones de casa siempre me ha dado buen resultado, (primer día) El segundo, o cambio texto o no me hacen ni puñetero caso. Se acostumbran a ver lo mismo y ya pasan.

Mi afición por dejar notas viene desde que me case y dejé el hogar paterno. La correntillera de mi madre nunca la pillaba en casa (siempre salía un momento, pero a cada momento). Cuando volvía se encontraba una de mis notas: “Mamá...bla, bla,” Esto le daba mucha rabia, no por la nota, sino por no estar cuándo yo iba. ¡Qué casualidad! - Me decía un tanto enojada -.

Han sido numerosas las que he puesto desde entonces.
Un cartel en el escritorio de los chicos con letra bien grande: “Mantenme ordenado” u otro encima de sus camas: “Disfrútame y hazme después” En la mesa: “Buen provecho, déjame limpia” y así sucesivamente.
El mas remolón para la lectura es el “bigotes”. Siempre se deja las gafas y dice no poder leerla. ¡Qué casualidad! Digo yo también, como decía mi madre.
La que puse la semana pasada si la leyó.

Venía tarde a comer ese día y yo necesitaba descansar un poquito antes de irme de nuevo al trabajo. La verdad es que estaba agotada, así que después de poner lo necesario en la mesa, me tumbé a estirar las piernas.
Cuando salí para el curre miré la cocina y...¡¡Eureka!! ni rastro de chismes.
Solo estaba la nota que había dejado frente al plato de comida:

Cuando te digo: “quiero morir”
no me creas, es mentira, no quiero.
Quiero luchar, vencer y vivir
pero sin descanso creo que muero
y al Cielo aún no quiero ir,
así que... caliéntate el puchero
y déjame un ratito dormir.
Esta tarde por lo que espero,
mucho trabajo veo venir.

Te quiero. (La esposita).

Si llego a saber el desenlace la hubiese puesto antes. Aunque para otra vez no me va a servir la misma, tendré que cambiar el tercio.

Mari Carmen.

sábado, 19 de mayo de 2012

Tus ojos.


Tus ojos… son el rumbo de mí amar..
Ellos inspiran mi forma de navegar..
Gracias a ellos, pueden mis sueños descansar..
Ellos cubren mis miedos al soñar..
¡ Son ellos! Los que me hacen despertar..
Y Como quisiera en este instante a través de ellos mirar..
Para poder en ellos dejar mi amor reposar..
Ellos son mi cielo y mi altar..
Y sin ellos mi nave se podría extraviar..
Porque ellos en sueños me hacen gozar..
Para que OJALÁ algún día ellos puedan soportar..
A mis ojos en tus pechos bucear..
Y mi barco entero ante tus ojos pueda naufragar..

Delirios de un navegante...

lunes, 14 de mayo de 2012

El brasero. (Relato).

Basado en hechos reales.

Veo ciertos rituales dónde la gente camina descalza por un sembrado de brasas en ascuas.

- ¿No se queman? Pregunté en una ocasión, no hace mucho.
- No, no se queman. Es meditación.

Falta de meditación, debió ser eso. Me faltó meditación cuando quemé mi trasero.

Esa noche hacía mucho frío. Mi madre tenia una “cocinica” (como ella decía), en el patio. Costumbre tonta de mucha gente por no untar la de casa.
La chimenea del salón nunca la vi encendida. Estaba blanca como la nieve, bien pintada de cal y solo de adorno.
Mamá se empeñaba en decir que hacía humo. Puede ser, o pude también que ella no quisiera ennegrecerla o tener los palos por en medio ya que no estaban cortados a medida, mi padre no tenía mucha afición por cortar leña. Zampaba un tronco que podría cruzar muy bien el salón entero y tardar una semana en quemarse (esto lo veía en casa de mi tía Teresa o mi padrino Agustín), porque en la nuestra por motivos que fueren nunca se encendió, que yo recuerde.
Mi madre, nerviosa de nacimiento, y así sigue, no tenía paciencia para la preparación del brasero, en la calle, haciendo pico de esquina y a media tarde. El brasero a mi me parecía una especie de casco Don Quijote, al revés, con dos asas a los lados y un montículo de ceniza encima tipo ensaladilla rusa, solo faltaban los pepinillos.
Una vez preparado se ponía bajo la mesa camilla, de vez en cuando se removía la ceniza para que salieran unas diminutas brasas que daban buen calor.
Mi madre raras veces hacía esto, ella encendía la cocina del patio y cuando estaban las brasas para asar un trozo de tocino pinchado en un palo, las sacaba, sin tocino, claro, las ponía en una llanta vieja que ya no servía para los rollos de Navidad y con dos tenazas la agarraba por ambos lados para meterla a casa. Yo aunque era muy pequeña sufría, porque mamá siempre nos decía que no saliéramos con frío y sin embargo ella se iba al patio a por brasas en plena noche.
La verdad es que las tres niñas no pasábamos frío, de no haber tenido piernas, claro. Muy abrigadas por arriba pero, ¿los garrones que??
Entonces no habían leotardos, ni medias de niña ni nada de esto que hay ahora. Unos calcetines cortos y una falda corta, eso sí, bien pomposa, pero corta. A mis hermanas y a mi saltando en algunos de nuestros juegos se nos quedaban las faldas tipo parapente por encima de la cabeza.

- Voy por brasas, - dijo mi madre -.
- Yo contigo, - contesté -.
- No, tu quédate, hace mucho frío.

Pero yo, perro faldero de mi madre me fui con ella.
Cargó sus brasas de la cocina exterior y mi padre abrió la puerta para que entrara al salón con el ansiado calor. Era una noche fría.
No sé que me encandiló en la cocina, quedé allí mirando el resto de las brasas.
Cuándo salí tras mi madre y entré en casa me topé de lleno con la bandeja de un rojo candescente que parecía un trozo de infierno.

Aún tengo grabado en mi mente el cuadro de las almas del Purgatorio que teníamos en nuestra habitación. Un cuadro “ideal” para dormir los niños en paz y armonía. En la parte baja de la imagen se veía mucho fuego, gente con cara de dolor quemándose, los brazos en alto suplicando que les sacaran de allí. En la parte de arriba no recuerdo bien quién les daba la mano, si el Señor o la Virgen y algunos´Ángeles , porque mis ojos se fijaban mucho mas todas las noches hacia estos pobres desgraciados achicharrándose.

Al encontrarme de frente con la vieja llanta de brasas, intenté saltarla a lo largo.
Tuve mal cálculo, puse el talón justo en el borde final. Mi falda se subió de paracaídas y las brasas volaron hacia mis piernas y trasero.

- Hala, hala, ¡qué desastre!, si antes las traigo antes las esturreas por el salón. -Dijo mi madre-
- La zagala se ha quemado, - contestó mi padre-
- Lo que faltaba, ¿como te has quemado?. A ver, a ver... ¡Madre mía!

Me llevaron a la cama, me pusieron panza abajo y empezaron las carreras. Mi padre recogiendo brasas esparramadas y mi madre buscando algún ungüento para ponerme en las partes afectadas.

Pasé varios días boca abajo, no podía rozarme ropa alguna hasta la cintura. Lo mas gracioso es que no recuerdo haber pasado frío, eso sí, nada de poner sentarme en silla alguna.
No sé que milagro obraría mi madre, se me curaron las quemaduras sin dejar ninguna cicatriz. Las madres lo curan todo.

Desde aquella noche mi obsesión por mirar el cuadro colgado justo enfrente de mi cama era cada vez mayor, me apenaba mucho imaginar el dolor de esa gente metida en fuego.

Mari Carmen.

domingo, 13 de mayo de 2012

El nombre de la criatura.


Era Bautizo. El Cura - a la hora de derramar el agua Bendita sobre la cabeza del niño y al notar que la criatura tenía una pequeña herida en la cabeza producto de un coscorron que se había dado (ya sabemos que ahora se les bautiza para casarse). Va y dice: A este niño se le debe poner penicilina - y el abuelo siempre al quite y sin esperar mas explicaciones - No y no, señor Cura - se le pondrá José - como a un servidor a mi padre y a mi abuelo. ¡Faltaría mas! ¡Con lo que me ha costado este Bautizo!

Anselmo I.

jueves, 10 de mayo de 2012

En casa del "de los violines".


En casa del de los violines
y sus artesanales guitarras,
llevan hasta los calcetines
con agujeros, desde marras.

Pero mire usted por dónde,
mi buen amigo Pirulero,
aquí la menda esconde,
“cosillas”, por un agujero.

Hay harina, limones, aceite,
azúcar. Huevos; para qué decir,
al horno la mezcla se mete
y bizcocho listo para servir.

Solo tienes que confirmar
fecha. Año, mes, día y hora,
para que vengas a degustar
dulce y con licor de mora.

Te puedes traer a Arcellón
con su parienta la Arcellona
vino, (que no sea cabezón)
y al Canepica en su trona.

Antes que la harina se pique
o el pollo salga del cascarón,
¡avisa! Está abierto el dique,
y me alegraría un montón.

Mari Carmen.

Nos inviten a bizcochos.


Dejandonos de chochos y cataplines/
pido nos inviten a bizcochos/
en casa del de los violines.

Donde fabrican guitarras/
instrumentos imprescindibles/
para ligar buena farras.

Es cosa de buen guitarreo/
no solo juntar madera/
debe invitar con esmero/
con anchoas en salmuera/
y sin llamar al cerrajero/
abrir de par en par la nevera/
como leal cantinero/
sacar lo de dentro fuera/
lo mismo en trozos que entero/
sea cochinillo, jamón o ternera.

Espero contestación afirmativa/
para preparar mis tripa/
con enema y lavativa.

Anton Pirulero.

domingo, 6 de mayo de 2012

Feliz día de la madre.

Para todas las madres del mundo y para ti mamá, con todo mi amor.
Para ti que siempre estás,
quiero felicitarte madre.
Me quedas tú, nada mas,
al Cielo marchó mi padre.

La vejez te apaga cada día
un poco mas en su aurora.
Por eso, mi mayor alegría,
es tenerte conmigo, ahora,

Disfrutemos juntas del hoy,
como dice un buen amigo.
Orgullosa y contenta voy
de tu dulce mano, ¡contigo!.


Mari Carmen.

sábado, 5 de mayo de 2012

Altramuces, (chochos)


Es una planta nativa de los Andes, crece en altitudes entre los 2.000 y 3.800 metros sobre el nivel del mar, en climas templados y fríos. Se encuentra en la mayoría de mercados del país, normalmente listo para el consumo (lavado y cocido). Su uso como alimento tiene una muy larga historia, tanto por su especial sabor como por sus propiedades nutricionales, ya que es uno de los productos más ricos en proteínas.
Planta anual de hasta 2 metros de altura y que puede tener desde unas pocas ramas hasta más de 50. Sus hojas son digitadas, compuestas generalmente por 8 folios de forma ovalada o lanceolada. Sus flores son azules y pueden cambiar a blanco y rosado; con inflorescencia en forma de espiga. Los frutos son vainas o legumbres de 5 a 12 centímetros de longitud; cada vaina contiene un número variable de semillas, que son las partes utilizables de la planta.
En Badajoz, Canarias, Salamanca (en esta ciudad también se hacen unos dulces típicos llamados "cochos de yema") Andalucía y en la provincia de Alicante, también se refiere al altramuz.

Para mas gloria del chocho
el mas solicitado manjar
que alimenta mucho
pero suele empachar.

Chochos les llaman en Valladoliz
a los pobres huesos de oliva
y no tomarselo por un deliz
que la Real Academia así lo diga.

Los encontraras cerca de la liga
sus citas y nombres son muchos
si en Alicante lo mientan figa
al lado en Murcia son chochos.

Algunos, nombrar esto les alarma
cuando todos hemos salido
de formal natural y en calma
y los demas como han podido.

¡Coño! Yo no quería decir
esta palabra no he de citar
y si embargo es puerta de salir
valiendo también para entrar.

Los chochos son gloriosos
a todos se les empacha
pues entrando victoriosos
salen con la cabeza gacha.

Bendito pozo sin culo
que por mucho que se ahonde
y estes fuerte como un mulo
el fin siempre se esconde.

Todo esto que digo
es de mi conocimiento
si chochos he comido
no llamarme lujurioso
ya que el bacalao cocido
es un manjar muy sabroso
y mas con tomate añadido
con aceite bien oloroso
cebolla con ajo partido
y un gran vino generoso.

¡Buen provecho!

Anónimo.



Felicitarte por responder la cita mía.


Que me los toquen con mimo,
es una de mis debilidades,
si no me gusta, no me arrimo
ni por todas las casualidades.

No te falto ni por capricho,
no me andes con pachaladas,
que pachaleando eres un bicho
trovando sólo brabuconadas.

Me faltan palabras y arte,
tengo sufiente categoría
para sin deparo felicitarte
por responder la cita mía.

Tengo que mejorar, con razón, 
así me lo aconsejas, amigo,
espero la primera lección
de lo contrario, te maldigo!

No mando tapar tu grieta,
que con esto tienes manía;
si el tema mucho te aprieta,
no te enrolles con mi poesía.

No me olvido del Pirulero
que le gustan las rimas us,
pues que coja un autobús
y como un buen pasajero
se vaya hasta el Al-andalus,
quedando allí prisionero
hasta llegado el día del Corpus.
Si quiere ser un trovero, 
de piruladas no diga ni mus
mejor, coja el refranero
antes que le dé un patatús.

Arcellón.

Para hacer una buena rima.


Libreme Dios compañero,
en lo último que yo pensaba
Era en tocarte tu cataplines,
No sabía que eso tanto te gustaba.

Para nada quiero ser trovero,
Eso lo dejo para el tío Rita
Lo mío es vender tomates,
para conseguir mucha guita.

La primera vez que llaman obsceno
y sólo por aclararte un dicho,
Que bien te ha venido todo esto
Para faltarme solo por capricho.

Mucho me queda por aprender
Mi intención no es enseñarte,
Si a ti lo que te sobra es palabra
Y lo que te falta es mucho arte.

Para hacer una buena rima 
Tienes que ser mejor poeta, 
no descalificarme tanto
ni mandar a que me tapen la grieta.

Juan Antonio López Iniesta.

¿Le dará un patatús?


Le has tirado un obús
al buen Juan Lopez ¡Jesús!
¿le dará un patatús?
¿se callara, no dira ni mus?
o se jiñara en todos tus
y así salvara a los sus.

Desenlace que ansioso espero
ya que en algún foro he visto
para trovar Juan es primero
ademas de largo, sagaz y listo
destacando por gran compañero
mejor que Arcellon, insisto.

Anton Pirulero.

jueves, 3 de mayo de 2012

¿Iniesta mosqueado?


Con infames métodos alevines,
Juan Antonio López el mercadero,
haciendo de sublime majadero,
pretende tocarme los cataplines.

Si de verdad pretende ser trovero,
que deje de vender calabacines
y copie de los amigos afines
al igual que el amigo Pirulero.

¡Nos dice que quiere su culo guardar!
¡habrase visto mayor obscenidad!
¡cuando dicho elemento gusta mostrar!

Quiere hacer de mí un universitario
para evitar en mis poesías el errar,
cuando él no conoce el abecedario.

Pedirle quiero sin decir un taccus,
que cuide sus críticas a mi poesía,
por que de lo contrario, con alegría,
le diré que vaya a tomar por saccus.

Arcellón.

martes, 1 de mayo de 2012

Soneto a dos amigos.


A Juan Antonio López Iniesta
y al insigne Tío del Saco
los mando a tomar por saco
y al otro a dormir la siesta.

Ambos dudan de mi fidelidad
sin saber lo que ello cuesta.
Con ellos no quiero la fiesta
en afecciones a la moralidad.

La amistad de ellos es manifiesta,
les falta un poco de universidad
para hacer una poesía como esta.

Amigos, os he de decir de verdad,
vuestra amistad es poco perfecta,
pues ambos dudáis de mi lealtad. 

Arcellón.