sábado, 15 de septiembre de 2012

El sudor de la vid.

Néctar de Monastrell

engendrado con sol de mediodía

diminuta de suave negrura que refleja su sombra

aferrada con cariño y llaneza

tallo verde de esperanza de nido compartido,

formación de arbusto de la natural hermosura

asida con fuerza con sus manos de raíz polvorienta

compartiendo suelo de esta tierra de Jumilla

bautizando su sangre de mosto

derramada y mecida en cuna de barro,

neonato ser de piel gruesa de alto sino

educada con solera y primor a golpe de Garnacha

amenizando las gargantas de sedientos paladares

secas del ardor de la Gachamiga presente

manchando con empeño el vidrio generoso y complacido

que tintinea a golpe de brindis de amistad imperecedera.

Sudor de vid del campo de Murcia

divisa del pueblo jumillano

embajadora de creencias y corazones humildes

orgullosos de su sol y de su tierra.


Santiago Medina.

2 comentarios:

Mari Carmen dijo...

Buen poema, buena tierra y buen vino.
Gracias Santiago por compartilo con nosotros.
Un abrazo.

Arcellón dijo...

El poema es muy bueno. Lo que ocurre es que tenemos un problema, El Pirulero dirá que él no sabe idiomas, que no sabe si trata sobre zumo de uva, de cebada o de pepino.
Saludosss.