jueves, 2 de mayo de 2013

EL VIAJE TERMINABLE DE LA VIDA

Otro gran honor para nosotros. Nuestro amigo Don Luís Lisón ha remitido un poema del genial escritor Apuleyo Soto, en exclusiva para este blog.
Muchas gracias a los dos.
Sobre mi cuerpo anciano
galopo como el viento
con la fuerza animada
del sentimiento.


Pareciera mentira
irme tan lejos
sin sentir de la edad
el torpe peso.


Por montes y por valles
desparramo el aliento.
Por praderas de corzos,
corzo es mi cuerpo.


Liviano me es el paso
y liviano el esfuerzo
y liviana la carga
de los recuerdos.


Mnemósine me ayuda
a estar entero en el intento,
con el alma en volandas
quiebro tras quiebro.


Todavía me dura
el interior contento
de estar en paz conmigo.
¿Qué más pedirme puedo?


A la orilla del río
de la vida que es sueño,
Caronte rema y rema
como exacto barquero.


Espérame, le digo;
espérame, que llego.
Pero no tengo prisa
para agotar el tiempo.


Después ¿qué habrá después?
Voy ciego.
Dadme la mano.
Muero porque no muero.

Apuleyo Soto.

2 comentarios:

Mari Carmen dijo...

Ufff!!! Don Apuleyo, qué bonitooo!!! y qué buena madera tiene usted, así que tranquilo que vamos a durar muchos años dando guerra.
Muchas gracias por tan bello poema y gracias a nuestro amigo en común D. Luís Lisón, una gran persona a la cual tenemos gran admiración y cariño.
Abrazossss.

La Abuela dijo...

Que hermosura como siempre los escritos de Don Apuyelo!
Saludos Mari Carmen, hacía tiempo no pasaba por aquí, por suerte tu blog sigue brillante como siempre.
La Abuela