lunes, 22 de julio de 2013

Colibrí

Quisiera retomar la pluma
que mi torpe mano roza,
plasmando una a una,
suaves letras que goza
del sentir que yo escribo.
Una nana de canto en cuna
para este, mi ser querido.
La amé como a ninguna.
Colibrí, bajo destello de luna,
con las alas que desbroza
aquello que se ha tenido,
sin dejar señal alguna.
Picaflor, saliste del nido,
tu ausencia me destroza.
ni gorgoreo, ni pitido,
solo viento en la laguna
y un vacío aquí en mi poza.

Mari Carmen.

viernes, 12 de julio de 2013

Mamá, tengo que contarte... I

Mamá, te echo de menos. Pensé que sería más fácil aceptar que ya no estás con nosotros porque tu marcha era inminente. Pero cuesta, sobre todo cuando los niños, estos niños que tu adorabas preguntan por ti.
El mayor me acosa a preguntas, algunas difíciles de responder.
-“Abuela, ¿tu tienes una escalera larga para subir al Cielo a ver a la Bisa? Es que mi papi tiene una pero es corta.”
-“Abuela, tengo que preguntarte algo muy importante: ¿para qué sube al Cielo la Bisa si sabe que luego no puede bajar?

Estos renacuajos; que tu presumida como siempre querías que te llamasen “Bisa”, porque decías que bisabuela era muy largo, también te echan de menos.

Mamá, tengo que contarte... ayer, en el trabajo, al abrir el fichero, me encontré con tu ficha de clienta. No pude evitar sentir una congoja y me fundí en lágrimas. Allí en el laboratorio, sin que nadie me viese. Pasados unos minutos me lavé la cara y salí, como si nada.
Bueno, tantas cosas tengo que contarte que no te decía.
Ahora comprenderás por qué no lo hacía.

Mamá, te seguiré contando...

Mari Carmen.