lunes, 30 de junio de 2014

¡Alma mía!

Me duele esté amor qué entro en mis venas
cómo capricho de aquel corazón,
con tanta ternura me dio tal pena,
con tanta palabra, me lleno de pasión.

¡Ay! alma mía, estás llena de pena,
¡ay! alma mía, pues sé amaste de veras
a ese corazón qué supo engañar,
sabiendo qué le amo de sólo mirar.

No sé decir adiós, sólo hasta siempre,
amor de mis sueños encarnados,
recordando tu amor, una lágrima rodó
convertida en cristal, de mi pecho se prendió.

En mi, no caben los odios,
en mi, no cabe el rencor,
en mi, sólo se siente
un gran recuerdo de amor.

Hoy ya nada es como ayer
aprovecho cada momento de vida
que me brinda del amor la gloria,
doy gracias a la vida pues lo "nuestro"
¡¡Hoy sólo forma parte de mi historia!!

María del Refugio Mtz.

1 comentario:

Mari Carmen dijo...

Qué bonitos tus poemas!! Gracias por dejarme publicarlos.
Un abrazo muy grande mi querida Mary