jueves, 9 de abril de 2015

El maestro de cada día dánosle hoy



Por Luis Server  (seudónimo)



Porque doy clase a los niños
me llaman a mi Maestro.
Sin embargo,soy discípulo
Y de todos algo aprendo.

Voy por la vida enseñando
Y a la vez me desconcierto
Porque los mapas del mundo
Son cada día más nuevos.

Con lápices de colores
mi existencia coloreo:
Antes todo era muy blanco.
Ahora rojo, gris y negro.

Los libros,sopa de letras,
son mi mayor alimento.
Me desayuno con Lengua
hasta llegar al recreo.

Ando a pasitos pausados
del encerado al cuaderno,
y se me va la mañana
en menos que cuento un cuento.


Tiene mi clase ventanas
para mirar a lo lejos;
tan lejos que,en un descuido,
se me mete el cielo dentro.

Y es que quiere ver qué hacen
Los niños dulces y tiernos
con la plastilina móvil
y la pintura de dedos.

Muchos  días salgo fuera,
a dar lecciones al viento,
y vuelvo condecorado
con arenas de arroyuelos,

hojas de árboles cantores
y miniaturas de insectos.
Es entonces cuando el alma
vibra con latidos nuevos,

como si el mundo cuajara
en mí su tesoro inmenso
para decorar la escuela
cuando se acaba el paseo.

Lo de ser Maestro es fácil
si de verdad se es Maestro:
Basta enseñarse a sí mismo
y hacerlo a los otros luego.


Por lo demás,dar la clase
no guarda ningún secreto:
Es una larga paciencia
para darle tiempo al tiempo.

Señores,ya mis alumnos
están pidiendo silencio.
Hasta siempre.A la hora en punto.
En mi colegio os espero.

La vida sigue el camino
Que le marcan los Maestros.
Hoy toca dictado, niños:
Peter Pan emprende el vuelo…

Apuleyo Soto Pajares



1 comentario:

Mari Carmen dijo...

Qué sería de nosotros sin un maestro...
Gracias maestro.