miércoles, 10 de agosto de 2016

Elogio de los camareros

Dedicado a mi amigo Francisco Sala Aniorte
Camarero soy yo. ¿Y pasa algo?
Va un vino de Jerez, va una empanada,
va un gintonic bien fresco, una ensaimada…
Ansioso de servir, he aquí un hidalgo.

Voy sereno y deprisa igual que un galgo
con pollo, con paella o mariscada;
voy con churros, aceite y mermelada,
llevo todo de todo… porque valgo.

Restaurar es mi máxima primera,
donde pongo los ojos pongo el plato
y nadie se me escapa, por buen trato.

Metan el diente, saquen la chequera,
a sus pies puesto, con placer acato
cualquier servicio al sol, caro o barato.

Y si hay propina
ya la ronda es divina:
atiendo y no cato.

Apuleyo Soto.

1 comentario:

Mari Carmen dijo...

¡Genial! Su dedicatoria a Francisco.
Muy bonito, muchas gracias.
Un abrazo.