lunes, 7 de noviembre de 2016

SUPLICATORIA ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LA ALMUDENA

¡Oh Virgen soberana
que reinas en el cielo
y en esta campa urbana
ya no se te ve el pelo:
líbranos de Carmena,
la alcaldesa abuelita
que se cree muy buena
pero irrita pues quita
nombres de gloria llena
en las calles cainitas.

Líbranos de Carmona,
que está de cucamona
con ella de la mano,
mono él y ella mona.
Pareja sin igual,
ha hecho tanto mal
cual la decimonona
centuria demencial
que abolió la Corona
de la España imperial.

Ayuda a la Cifuentes,
comunera ejemplar
de palacios y fuentes
de la Villa Real,
y cúranos la espina
del Ramón Espinar
que se engalla, se empina…
tras un breve currar
por pura inquina
obrando sin pensar.

Protege a Villacís
que, vista “vis a vis”
en “Rodea el Congreso”,
sufrió con grave exceso
verse adjunta a lo gris
del ciudadano espeso .
Es Begoña la enseña
dura como una peña
de este ingrato país:
su santa y seña.

Da cobijo en Madrid
a tanto refugiado
como pide un visado
del Castillo del Cid.
Tenlos siempre a tu lado,
divina Emperatriz;
será de sumo agrado
compartir el desliz
del sirio acongojado
que perdió su raíz.

Pues eres Madre nuestra
-ya que estás a la diestra
del Padre celestial-,
aboga por nosotros y demuestra
tu poder virginal:
que no nos hunda el mal
de la vieja y siniestra
revuelta carcamal,
que tal que así se muestra
la vida actual.

Hora a hora,
os suplico, Señora,
que cumpláis mi consejo.
En vuestras manos dejo
esta simple oración.
Dadnos la bendición,
que si de algo me quejo
es de falta de unión
en aqueste pendejo
solar de perdición.

Apuleyo Soto.

1 comentario:

Mari Carmen dijo...

¡Maredelamorhermoso! Vaya "trabajico" le ha dejado D.Apuleyo a Nuestra Señora de la Almudena, jeje.
Gracias amigo por tu aporte.
Un abrazo.