sábado, 16 de septiembre de 2017

EL IMÁN DE LA HERMANDAD UNIVERSAL

Quisiera ser un imán,
no un imán de armas tomar,
sino un imán capataz
de la atracción de la paz.

Quisiera ser un imán
que atrajera el bien, no el mal,
que no fuera un animal
pensando solo en matar.

Quisiera ser un imán
que posara en cada cual
la cordura y la bondad
del corazón más cordial.

Quisiera ser un imán
predicador del Corán
en el que prima un Alá
misericordioso y tal.

Quisiera ser un imán
instruido par a par
en la lucha por la sal,
la luz, la lumbre y el pan.

Quisiera ser un imán
contra la muerte fatal
que nos acosa a los fans
de la existencia plural.

Ayudadme, hermanos, ya
que hemos pasado el umbral
de la intolerancia actual
en un mismo y triste hogar.

Apuleyo Soto.

1 comentario:

Mari Carmen dijo...

Siempre tendrás un buen "imán" D. Apuleyo.
Muchas gracias.
Un abrazo.