Qué felicidad, veros en nuestro
regazo,
tan tiernos, tan chiquitines, tan
pequeños.
El tiempo corre y corren vuestros
sueños,
más, vosotros; y la ternura de un
abrazo,
amarrando la amistad con ese fuerte
lazo...
Ganáis el mundo, porque de él sois
los dueños.
Mari Carmen.