martes, 30 de junio de 2020

30 Junio



30 Junio

¡La vida nos tiene en vilo!

Dale a tu esperanza asilo
con un deseo profundo
aún cansado o moribundo
sigue tirando del hilo

¡la vida nos tiene en vilo!
como quiera que del mundo
puedes irte en un segundo
vive el instante tranquilo

en vilo
maquinando con sigilo
nos tiene
sin saber lo que nos viene
la vida
está para ser vivida

Chus Castro

lunes, 29 de junio de 2020

29 Junio



29 Junio

La entrada de hoy va dedicada a todos los que celebran su onomástica. Pedro y Pablo
¡Felicidades! Que tengáis un buen día y vuestro Santo Patrono os bendiga.

Mis humildes cumplidos,
a quiénes celebran su Santo.
Dios les cubra con su manto
y sean por tanto bendecidos.

Siempre estuvieron unidos,
Pedro, Pablo, fe y cordura,
después de una vida dura
en el Cielo fueron recibidos.

Mari Carmen

domingo, 28 de junio de 2020

28 Junio



28 Junio
AGRADECIMIENTO
A los dulces amigos/ que me siguen unidos
Este gran poemazo/ alejandrino dedico
Por estar a mi vera/ como nobles testigos
De lo que escriba a ciegas/ cual Homero el Divino.
Nada más sensitivo/ agradable y laudable
Que recibir sus post/ tiernos y venerables,
Puesto que ellos suponen/ un rito acordonable
Con lo que yo comento/ de mi vida contable.
Que sigan así siempre/ puesto que la amistad
Es el don obsequioso/ que no debe fallar
Ni en los tiempos peores/ que nos pueda pasar.
Eso pido a mi gente/ eso y bien poco más.
Es la comunicación/ un sendero de alma a alma
Que nos une felices/ en esta selva ingrata
Que es el mundo presente/ colmado de desgracias
Y hemos de estar alertas/ a sus engaños y patrañas.
Espérenme en el cielo/ si es que antes ellos llegan
Pues nos queremos tanto, tanto y tanto de veras,
Que separarnos…NO/ en nuestros ánimos no entra,
Ya que el amor nos liga/ en su entrañable cuerda.

Apuleyo Soto


sábado, 27 de junio de 2020

27 Junio



27 Junio

Atrapada en un viejo canto

Mi voz de ayer, de tonos brillantes,
está dormida, insegura, en espera,
impaciente y perdida se desespera
porque no puede subir esa escalera,
dónde limpia y entera subía antes.

Con dolor te perdí de tanto usarte.
Mi triste melodía es ya imprecisa,
inspiro aire, recogiendo una brisa,
mis labios esbozan la leve sonrisa,
sufriendo prisa por volver a hallarte

Qué sonido el que mi voz tenía,
clara, fina, dulce, tierna, amada,
revuelo de melodía encadenada,
canto de alborada con mente viva.

No te siento como antes te sentía
no eres la misma, estás angustiada.
Te debilitas lentamente y apagada,
en sueños de almohada vas cautiva.

Mari Carmen.


viernes, 26 de junio de 2020

26 Junio



26 Junio

Soneto de un estilista

Lo quiero como el de la revista,
quedar igualita que esta chica,
que luego mi marido me critica,
cuando me echa la primera vista.

Mirad bien. Si no me ando lista...
luego me hacéis lo que queréis
y voy a deciros, por si no sabéis,
que hoy me voy de reconquista.

Señora; usted sabe que mis anhelos
es dar a sus cabellos lindos colores
que quede bonita, feliz y contenta.

Pero, ¿qué hago con cuatro pelos?,
fino, poco, malo.¡Me dan sudores!
Ir a Lourdes le traerá más cuenta.

Mari Carmen.

jueves, 25 de junio de 2020

25 Junio



25 Junio

EN UNA ISLA CONTIGO.

Construiremos los dos nuestra morada
en esa isla que te dije un día,
donde reina la paz y la alegría
y no existe tristeza para nada.

La pondremos muy bien localizada
en un bosque cercano a alguna ría
de un río, porque así nos serviría
para tener el agua asegurada.

Te puedo asegurar que un paraíso
será, porque haré todo lo preciso
para que estés feliz en grado sumo,

como jamás siquiera hayas soñado
y yo igual, pues teniéndote a mi lado
lo que tú sientas con placer lo asumo.

Cristino Vidal


miércoles, 24 de junio de 2020

24 Junio

24 Junio

Hoy es un día muy especial para los que celebran su Santo.
Apuleyo Soto pone su broche de oro con unas simpáticas coplillas propias para la ocasión.
Esta entrada es para vosotros, Juan y Juana. ¡Feliz día!

Madre, te llamabas Juana,
sé que a ti no te gustaba,
a tu cabeza no le sonaba,
lo pronunciabas sin gana.

Preferías el de tu hermana
que le pusieron Conchita
porque era la más chiquita
y por el orden se acristiana.

Juan, Juana, canto que invita
a unirse con quién lo entona.
El nombre no hace la persona,
ni si es buena, mala o bonita.

San Juan, dentro de tu ermita
preferido de Jesús, Él que sana
bendice a todos, Juan y Juana
y mójalos con tu agua bendita.

Mari Carmen

COPLILLAS DE LA NOCHE DE SAN JUAN
Noche de San Juan:
la leña en el horno
para tostar el pan.
&&&
San Juan juniero,
puro derroche
de cachivaches ardiendo.
&&&
Por San Juan, a la hoguera
llevaré lo que me sobre
de esta vida trastera.
&&&
Una llama, llama a otra
y, deshaciéndose,
cantan victoria.
&&&
Fuego, fuego”,
gritó el guardia forestal
y se puso a dormir luego.
&&&
En la hoguera de San Juan,
lo que no necesite
lo voy a quemar.
&&&
Dadme troncos,
dadme ramas,
a los dos los haré polvo.
&&&
Polvo son
y polvo somos
en esta ocasión.
&&&
Ala, ala, a incendiar
el amor que a ti te tengo…
esta Noche de San Juan.

Apuleyo Soto

martes, 23 de junio de 2020

23 Junio



23 Junio
Quiero agradecer a José Miguel y Sara la amabilidad y atención que tuvieron con nosotros en nuestra corta visita.

Romance a la primera salida (Para Mari Cruz, que le gustan mis anécdotas)

Tres meses de confinamiento,
yo gruñendo a cada momento.
Él muy amable me propuso
que el veintiuno y sin acuso
mi cuerpo saleroso iba a salir.
Pregunto: ¿dónde vamos a ir?
Contesta; pícaro y sonriente
que me llevaría complaciente
de paseo para no oírme gruñir.
Como bien lo conozco de años
con sus sutiles viajes extraños
de mucho correr y nada veo
a ver si esta vez ya me creo
que vayamos a hacer turismo
y no sea otro más de lo mismo.
¡Ay!, ¡qué ilusión! ¡Me desvela!
A las cuatro de la madrugada
subo al coche toda emocionada
Vamos a ver...¿dónde me lleva?
Vi, Valencia, Zaragoza, Teruel,
por la autovía... ¡Sólo en cartel!
Mil kilómetros nos zampamos.
Por fin a Calatayud llegamos,
que era el destino de mi mozo
y hay que ver con cuánto gozo
estiré mis músculos agresores.
La canción habla de la Dolores
y por la Dolores preguntamos
pero como allí ya no estaba,
mis cosas y prendas rebujaba
y enseguida nos marchamos,
pasando de nuevo otra vez
por esa ruta, sólo que al revés
y del paseito volvimos a casa.
Ahora; esto si que tiene guasa.
Ya me encuentro preparada
para otros meses encerrada.
Aseguro y prometo no gruñir,
porque esta forma de salir
me ha dejado unas agujetas
como dos pares de peinetas
puestas más de dos semanas.
En casita como las murcianas
y los viajes... a ¡hacer puñetas!

Mari Carmen

lunes, 22 de junio de 2020

22 Junio



22 Junio

¡Cuenta conmigo!

Cuando falte pan y abrigo
pierdas la tranquilidad
y te hiera la verdad...
seré tu amigo

cuando acose el enemigo
te lacere la maldad
y muerda la soledad...
a ti me obligo

cuando te sientas mendigo
perdido por tu ciudad...
iré contigo

seré, en tu juicio, testigo
y luz en tu oscuridad...
¡cuenta conmigo!

Chus Castro

domingo, 21 de junio de 2020

21 Junio



21 Junio

Noche paraguaya

En la noche paraguaya
le dijo la caipiña
a una linda guaraní:
No me paso de la raya,
y eso me pasa, mi niña,
porque yo te quiero a ti.

Apuleyo Soto (de su libro “Cancioncillas de América”)

sábado, 20 de junio de 2020

20 Junio



20 Junio
(Escrito de Pirulero Antón)

¡Viva el jabón Lagarto!
Entre los proyectos que tiene este gobierno en pro del bienestar y la justa felicidad del pueblo, ha preparado un proyecto de Ley para eliminar el dinero en metálico y que todas las transaciones comerciales sean mediante tarjetas electrónica o aplicaciones móviles. A mí personalmente “ni fu ni fa” no tengo metálico ni tarjeta.
Se dice, sino es antes, que esta Ley se pondrá en marcha en el momento que consiga instalarse la República igualitaria, solidaria, excluyente, incluyente, anti, no anti, conformada por los pueblos y pueblas, aldeas, casas solitarias, ciudades, metrópolis y megalópolis que actualmente conforman el reino de España y de todos los estados y ciudadanos sin distinción de edad, sexo, color, religión de donde quieran que sean y libremente quieran sumarse de buena fe y sin ningún tipo de presión u omisión. Así de largo más o menos será intitulada esta acogedora República solo del pueblo por el pueblo y para el pueblo (el “poble” en catalán).
En el momento que empiece a funcionar esta Ley veremos inmediatamente los beneficios que recibiremos, por ejemplo: Cuando usted vaya al supermercado y pase por caja una vez realizada su compra puede que cuando pase la bolsa de las “pipas” una voz electrónicas dirá – Desde el Ministerio de Salud Higiene y Solidaridad Colectiva le advertimos, que no puede ni debe usted retirar la bolsa de “pipas” pues en las últimas dos semanas ha consumido tres unidades, cosa que no es buena para su salud y el bienestar de la sociedad. Esta bolsa debe usted cambiarla por una pastilla de jabón “Lagarto” que como observamos en estas últimas dos semanas usted, solo ha consumido una, por lo que le advertimos un déficit en higiene ¡Salud y solidaridad camarada revolucionario!.
Un poco confundido, el camarada solidario y revolucionario le indico al responsable de Caja si podía hacer una reclamación ante algo que consideraba se inmiscuía en su libertad personal.- Si, claro, puede usted pasar por la Oficina de atención al Ciudadano Comprometido y Solidario con la
Revolución anticapitalista y proletaria, justa, incluyente y no incluyente, pero antes le aconsejo retire usted la pastilla de jabón “Lagarto” y deje la bolsa de “pipas”, terminemos esta operación y usted tranquilamente visite la referida Oficina.
En un momento el animoso progresista y entusiasta camarada revolucionario estaba situado en la kilométrica cola de la dichosa y solidaria oficina, como el coronavirus iba ya por el “Covid-25 la distancias eran ya no de dos metros sino de cinco. Seis horas le costó divisar la ventanilla de atención al Ciudadano Revolucionario y Solidario etc, pero en este rato había tenido tiempo de pensar y calculo que lo mejor que podía hacer era intentar cambiar la pastilla de jabón “Largato” que tenía como excedente con otro camarada revolucionario y comprometido con la revolución que poseyera una bolsa de “pipas” en la misma situación que él tenía su pastilla de jabón y pensó algo mas – igualmente escasea el jabón y las “pipas” abundan, por lo que es posible que consiga dos o tres bolsas de pipas por una pastilla de jabón. Pensado y hecho, muy amablemente le cedió su puesto al siguiente camarada. Ya teníamos al progresista comprometido en la economía del truque, que como ya se sabe es otra cara del capitalismo donde los más espabilados consiguen mejores cambios y empiezan a acumular las riquezas.
Bueno, para no hacerme muy pesado daré por concluido este relato que posiblemente le podamos añadir muchas y variopintas situaciones con más peripecias que pasaron el famoso Don Quijote de la Mancha y su fiel escudero Sancho.

¡Viva Cuba libre! perdón ¡Viva el jabón “Lagarto” ¡Oiga!


Pirulero Anton/copiring.





viernes, 19 de junio de 2020

19 Junio



19 Junio

Con su carita linda, menuda,
lleno de lealtad y nobleza
apoya su brillante cabeza
de forma ligera y vueluda.

¡Ay! Y mi corazón desnuda
cuando me dice muy bajito:
-abuela, sólo un momentito,
¿podrías darme tu ayuda?

Dime cariño, ¡sin duda!
¿Tú que quieres hacer?
-Yo sólo quiero aprender
de esa tu boquita picuda

y quiero que seas tozuda.
¿Puedes enseñarme a rezar?,
deseo comprender y practicar
y me dicen que a ti acuda.

Su frente pequeña, moñuda,
ese ángel reflejado en mi nieto
me pide con dulzura y respeto
saber rezar y en mi se escuda.

Este lazo que a él me anuda
me llena de gozo y sentimiento,
no puedo describir lo que siento.
Mi alma para él y por él insuda.

Mari Carmen


jueves, 18 de junio de 2020

18 Junio



18 Junio

LLAGAS TENGO EN EL ALMA

Soy como el junco verde que cimbrea
y no se resquebraja ni se parte
por más que con el viento se pelea,
porque su fe le sirve de baluarte.

Estoy feliz cuando un quehacer me ocupa,
pues me distraigo con cualquier trabajo
y en las penas me monto y a la grupa
cabalgo muchas veces y a destajo.

Estoy acostumbrado al sufrimiento,
pero señal no existe que merezca
la pena mencionar, pues ya ni cuento
las veces que he evitado que me crezca.

Llagas tengo en el alma y ya son tantas,
que resulta difícil saber cuántas.

Cristino Vidal

miércoles, 17 de junio de 2020

17 Junio



17 Junio

Hoy, he querido recordar este relato verídico que ya publiqué hace unos años.

Mi primera comunión

Eran tiempos difíciles y mis padres bien escasos de recursos para celebrar modestamente este día.
Curiosamente mi prima Conchita hacía la primera Comunión quince días antes que yo. Su madre que era una bendita, sugirió que las dos podríamos surtirnos del mismo traje, o mejor dicho; yo me arreglaría con el traje que le habían comprado a ella después de su uso. La dificultad consistía en que el traje habitaba en Alicante y yo lo necesitaba en Murcia, pero no había problema. Mi tita Conchi al día siguiente de la Comunión de mi prima, se lo mandaría por correo a mi madre, vestido y complementos.
Entonces no existía la tecnología de hoy, ni nada por el estilo.
La estación de tren distaba a unos cuantos kilómetros de casa y mi padre labrador de la finca de su “señorito” el “BMV” que teníamos, era un viejo carro enganchado a una mula.
Tres viajes hizo el pobre con este “deportivo “de labranza, a la estación un día tras otro en espera de recibir tan apreciado paquete.

Cuando asomó cuesta abajo ya sabía yo que traía consigo el tesoro, pues hasta la mula con su carga parecía venir contenta. Mi padre sonreía entre dientes al sentir mis saltos de contento.
Como una loca y llena de alegría estaba deseando que mi madre abriese ese bulto entre redondo y ovalado que contenía el vestido con el cual yo haría mi primera Comunión.

A mi madre por poco le da un ataque al verme con el traje puesto. Mi prima medía casi medio metro mas que yo (es que a mi me hicieron algo escasa) y aquello me arrastraba por todos lados. Lo único que me quedaba al “pelo” era los guantes. ¡Qué bonitos! Decía yo.
- ¡Déjalos! ¡Estate quieta! no sea que se ensucien. La Comunión es pasado mañana. Contestó mi madre.
- ¡Ay!, mamá, déjame que me ponga solo uno, para enseñárselo a la tita Teresa.

Mi tía Teresa tengo que decir que fue nuestra segunda madre. Para cualquier cosa siempre estaba la tía Teresa solucionando problemas, ella junto con mi tito Pepe, mis primas Carmen y Tere eran mi segunda familia.
Pues nada, yo empecinada en enseñarle a mi tía el guante que me había puesto. Y mi madre, ¡que no!
Con muchos ruegos la convencí para que me dejase ponerme no solo uno, sino los dos, e irme corriendo a su casa para enseñarle cosa tan bonita.
Eufórica perdida y alborotada salí con los guantes puestos. Estos guantes de fino encaje donde yo me veía unas manitas preciosas.
De la alegría que sentía en ese momento ni siquiera miraba donde pisaba, con lo cual pisé una lometa llena de chinarro al volver la esquina y...¡Zás! caí todo lo larga que era (que no era mucho) poniendo las manos en la tierra.
Cuando me levanté del suelo habían desaparecido tres partes de encaje de cada guante, o sea... en la palma de la mano ni había guante ni nada. (Por más que me caliento la cabeza, aún no sé dónde fue a parar ese buen “cacho” de encaje que se perdió de cada prenda).
Con las manos rasguñadas y doloridas llegué a casa de mi tía llorando como María Magdalena, más que por la pérdida del guante por la cara que pondría mi madre cuando volviera a casa.
Mi tía Teresa que nos quería a mis hermanas y a mí como si fuéramos sus hijas trató de consolarme, pero yo no tenía consuelo, además pensaba que mi madre que jamás nos dio un cachete ese día de una buena zurra no me libraba nadie. Así que ella dulcemente como siempre, tiró delante de mi (digo delante porque yo iba agarrada a su cintura y debajo de su falda, para que mi madre ni me viese) y se fue a explicarle a mi madre (que estaba atareada con la aguja intentando adaptar el vestido de mi prima a mi diminuto cuerpo) lo que había sucedido.

¡Ay, Madre! Cómo se puso mi madre, ella siempre los disgustos los tiraba por la boca. Dijo y maldijo todo lo que le venia a su mente, hasta que mi tía logró tranquilizarla y pude salir de debajo de su falda sin peligro de recibir algún traqueteo.

En fin… yo no sé de donde sacó mi madre otros guantes, ni las explicaciones que le daría a mi otra tita (la que me había dejado el traje) pero lo que sí sé es que ese día de mi primera Comunión estaba yo radiante y preparada interiormente para recibir al Señor.

Mari Carmen




martes, 16 de junio de 2020

16 Junio



16 Junio
AQUELLOS VIEJOS CACHARROS.
Nos sobran muchas cosas
ociosas y roñosas
que un día fueron preciosas…,
pero dan tanta pena tirarlas
que las guardamos en casa
cambiándolas de lugar por la nostalgia
que nos provoca el verlas como en la infancia,
y es que son
una prolongación
de la razón y el corazón,
y se aferran a la vida
como una joya perdida
lejanamente escondida.
Son como unos brazos más
para abrazarnos desde su soledad,
como unos pies que nos sostienen
en medio de tantos vaivenes,
como unas manos
apresadoras de los tiempos lejanos,
como unos asideros esenciales
en momentos cruciales,
como una faz y un haz
capaces de aumentar
la paz en el hogar:
un viejo tintero,
una pluma con palillero,
un candil,
un mandil,
una radio de galena,
una escorfina, una azuela,
un tocadiscos, un transistor,
un facistol, un farol,
un reclinatorio oratorio
notario notorio,
un Quijote escolar
de lectura magistral,
una clepsidra de cristal,
un arado romano,
una rueda de carro,
un yugo de bueyes,
unos caireles,
un talego,
un bidón aceitero,
una carraca,
otra matraca,
una palangana, una jofaina
y un orinal
para evacuar
debajo de la cama de papá y mamá,
una artesa, un baúl,
un lapislázuli azul,
una muñeca pepona,
una antigua fregona,
un porrón,
un arcón,
un jergón,
un jarrón,
una muñeca de trapo,
una piel de gato,
unas medias de nylon;
una tabla de lavar ropa en el río,
un cepillo de quitar polvo y dar brillo,
una escoba de retama,
un rastrillo de grama;
una ratonera, una rinconera, una riñonera,
una antiquísima calavera…,
unas ánforas,
unas cántaras
y unos cántaros de vino y agua;
aquella bici de chica,
de chica pobre y de chica rica,
aquellas tangas y aquel chito
con perras gordas de hito en hito,
y aquel chiflo
de madera
que sonaba como un grito,
aquella navaja de afeitar del tio Sacristán
y aquella otra cabritera
para cortar
la maleza travesera…;
el armonio del padre,
la faja del padre,
el anillo del padre,
la hoz y la zocata del padre
que segaba a jornal
el trigo del Bizco local
para ganarse el pan…,
el sostén de la madre,
la enagua de la madre,
la falda de la madre,
de la madre el chal.
Todos esos cachivaches…
con osado empaque
en la memoria de la casa están.
Recordar, recordar
que cuando muramos los humanos
ellos nos pervivirán .

Apuleyo Soto