14 Junio
Este
precioso soneto de la segunda mitad del siglo XVI sigue estando su
autor en el anonimato.
Tal
vez...¿San Juan de Ávila, Francisco Javier, Miguel de Guevara, San
Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús, Lope de Vega?
A
ciencia cierta no se sabe quién escribió esta joya de la poesía
mística en lengua española.
Soneto a Cristo crucificado
No
me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú
me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme,
en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No
me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Anónimo
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