28
Junio
A
los dulces amigos/ que me siguen unidos
Este
gran poemazo/ alejandrino dedico
Por
estar a mi vera/ como nobles testigos
De
lo que escriba a ciegas/ cual Homero el Divino.
Nada
más sensitivo/ agradable y laudable
Que
recibir sus post/ tiernos y venerables,
Puesto
que ellos suponen/ un rito acordonable
Con
lo que yo comento/ de mi vida contable.
Que
sigan así siempre/ puesto que la amistad
Es
el don obsequioso/ que no debe fallar
Ni
en los tiempos peores/ que nos pueda pasar.
Eso
pido a mi gente/ eso y bien poco más.
Es
la comunicación/ un sendero de alma a alma
Que
nos une felices/ en esta selva ingrata
Que
es el mundo presente/ colmado de desgracias
Y
hemos de estar alertas/ a sus engaños y patrañas.
Espérenme
en el cielo/ si es que antes ellos llegan
Pues
nos queremos tanto, tanto y tanto de veras,
Que
separarnos…NO/ en nuestros ánimos no entra,
Ya
que el amor nos liga/ en su entrañable cuerda.
Apuleyo Soto
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