miércoles, 12 de agosto de 2015

Tu, mi musa, eres la poesía

 La poesía es mucho mas que palabras amontonadas
 simulando un orden para invocar rimas
 La poesía es mas que un monton de parrafos
 gritando dolor, amor, angustia u odio al mundo.
 La poesía es un sentimiento que invoca mi musa
 un sentimiento que toca mi alma desnuda llenandola de emociones,
 emociones que desbordan palabras  sin necesidad de un orden,
 expresarlo que mi corazón no puede hablar
 Como esa musa me hace soñar,amar,sentir
 y a pesar de todo lo malo que en el mundo puedo encontrar,
 me inspira paz
 Tu, mi musa, eres la poesía a la que no quiero dar punto final...
 
Alma desnuda.

Tres eran tres y no más

Tres eran tres y tres son:
Sor Caram de Tucumán,
Karmele de “Sálvame”
y como ilustrado imán
el largo Juan Puigcorbé
que dicen que no está mal.

Tres eran tres y tres son
los que amarraditos van
hacia la desconexión
del gran país catalán
con el estado español,
que ya de sí no da Mas.

Tres eran tres y tres son
y no los vuelvo a contar.
Pobrecitos. Su ilusión
nos da mucho que pensar
y nos parte el corazón
lo mismito que un puñal.

Tres eran tres y tres son.
Déjenlos solos. Verán
que lo suyo es un suflé
y que se diluirán
como azúcar en café,
tostada, donus o flan.

Tres eran tres y tres son
los que comparten afán:
una, monja; otra, pendón
y el tercero un tal don Juan
de antigua reputación
en el arte teatral.

Tres eran tres y tres son.
¡Ay, por favor…! Basta ya
de tocar el violón,
que España bien hecha está
y no tendríais perdón
si pegarais la espantá.

Apuleyo Soto.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Amo la música...

Amo la Música...
Salpicado de chispas que saltan desde mi corazón, 
que se encienden revoloteando a mi alrededor, la siento invadiendo mi alma desnuda, 
uniéndose a ella, música que me danza cada partícula de mi ser completo, 
música que me canta en cada sueño...
Amarla así parece amar con el amor de otros mundos, 
prestado sólo para ella, para apreciarla, para acariciarla y dejar que vuelen sus partituras en mi cuerpo.
Si la intento atrapar me desintegro y me vuelvo cielo, 
para ser etérea y poderla abrazar con mi amor hasta su más profundo misterio.
Si la intento escuchar se me mueve mi alma desnuda hasta los confines del universo, 
tratando de ser en ella, para componerla en mis cuadernos...
Si la intento crear, mi esencia se traslada al piano y se dibuja a sí misma con las notas que simbolizan lo que siento...
Es tan sublime que sólo sé que cuando la escucho me doblego,
me entretengo, desaparezco de lo físico, me desvanezco...

Alma desnuda.

LOS FRUTOS DE LA VIDA

Peras y manzanas
y maracuyás;
guindas y grosellas,
nueces y ananás…
¿para qué os quiero
sino por gozar
de esa pulpa acuosa
de extensa ansiedad,
para recrearme,
para vivir más?

Dadme cualquier fruto,
sea tropical,
sea balinés,
sea de Kuwai,
sea de Malaya,
o Madagascar;
el caso es que aumenten
mi felicidad
boca a boca, y luego,
un dulce tris-tras.
Higos y ciruelas
con su miel procaz,
guayabas y cocos
de sabor vital,
fresones de Lepe
-ducho en chistes guay-
dátiles y mangos
altos siempre asaz,
castañas barbudas
duras de pelar,
moras, zarzamoras
de espina dorsal,
avellanas de uso
cardiovascular
y albérchigos chungos
-chunga, chungalá- ,
pistachos, almendras
y no sé qué más…,
dádmelos, amigos,
librázmelos ya.
¡Frutos de la vida,
qué fiesta pascual!

Y ahora, niños, padres…
volver a empezar:
Peras y manzanas
y maracuyás…
Se acabó la historia;
no sé continuar.
Continuad vosotros,
y a mí ¿qué más me da?
He aquí un cuento
de nunca acabar.

Apuleyo Soto.