Mañana lloverá
café en el campo.
Mañana trotará
un hipocampo.
Mañana se abrirá
el cielo al raso.
Mañana escampará
quizás, acaso.
Mañana Dios dirá,
nos pondrá al tanto
de lo que va a ocurrir
¡oh cielo santo!
Mañana, ¿qué mañana
nos espera, payaso?
Mañana, ay Dios, mañana
puede ser un fracaso.
Y aquí ya me detengo,
no más aguanto.
La utopía no es mía.
Es la verdad mi canto.
Tómala como quieras.
Toma del frasco,
te llames Pedro, Juan
o Francisco Carrasco.
Apuleyo Soto.