Dedicado a todas las personas que sufren Alzheimer.
No hay mejor enseñanza que la propia
vida. Es un paso muy corto por el tiempo y largo en aprendizaje.
Cómo la vivimos. Logros conseguidos,
errores cometidos. Cuánto amas, ríes, lloras. Sentimos alegrías,
penas, e incluso odio y rencores. Todo está en ese conjunto de
nuestra vida.
Nacemos indefensos y morimos indefensos
también si llegamos a una edad avanzada.
En esta trayectoria entre bebé y
anciano trascurren en nuestra existencia infinidad de emociones, fruto
de nuestros obstáculos, triunfos, etc.
Cualquiera de ellos es una lección en
nuestra vida que sirven para nuestra enseñanza.
¿Quién de niño no ha hecho rabiar a
sus padres? ¿Y de adolescente? Posiblemente todos.
Cada diez años que cumplimos
aprendemos de los diez vividos.
El presente, en nuestro presente,
seguimos siendo analfabetos de la vida, tropezando una y mil veces en
la misma piedra hasta que el tiempo nos dice cuándo avanzar.
A mediana edad somos nosotros los que
reñimos a papá o mamá, como si tuviésemos la verdad absoluta, sin
darnos cuenta que nos faltan varias décadas para llegar a aprender
lo que ellos ya saben.
La vida es así. Vamos a su Universidad día tras día recogiendo estas enseñanzas que nos aporta para
disfrutar de ella en la medida de nuestras posibilidades y no cometer
los mismos errores anteriores.
Cuándo llegamos a la vejez con tantas cosas vividas, tantas lecciones aprendidas en nuestra ruta entre
bebé y anciano. Cuándo ya sabemos todo...
Entonces nuestra memoria falla, y lo que tantos años nos ha costado aprender, se desvanece en un solo día.
Mari Carmen.
2 comentarios:
Con que pocas palabras has definido lo que es la vida. Y todavía pensamos que somos algo mas que un granito de arena que el viento se lleva.
Magnifico resumen. Te felicito.
Un abrazo de Paco Avilés.
Muchas gracias amigo, tú si que vales!!!
Un abrazo.
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