¡Hombre! ¡Dios! ¡Por fin!,
alguien cuenta se dió,
el Quevedo malandrin
muchas veces me plagió.
Solo fué un espadachin
que la suerte le mimó
se pego a mi banderín
y de mi talento vivió.
¡Un pobre parlanchin!,
lo mismo que Arcellón.
Como aquel vive a mi costa
hasta que le llegue el fin.
Morirá cual langosta
ahogado en un bacín
por lo mal que se porta.
Anton Pirulero
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2 comentarios:
Antónnn ¡¡Geniall!! No tienes mas remedio que ser pariente lejano de Quevedo, jaja. Qué cosas te inventas, eres la repera.
Graciasss.
Un abrazo.
De inventos nada. Ud como solo fue a la escuela de Dª. Candida y poco. No se entero que en los libros de Historia solo vienen mentiras. Y como este Quevedo era rico y de la Villa y Corte y un servidor pobre y de Sucina. ¡Pues ala! toda la gloria para el rico y para un servidor la "Prima de Riesgo" y bien cara ¡eh!.
¡A que me hago catalan! y veran Udes. como allí si me restituyen todo lo que me quitaron entre este sujeto, Arcellon y el Palmero.
¡Ariba España! ¡Pijo!
Saludos de Anton Pirulero.
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