Todos íbamos a ser ricos
como el rey Midas o aún
más
que se bañaba en oro y
oro era
su mesa llena de vino y
pan.
Todos íbamos a ser guapos
como Banderas o Alejandro
Sanz
en un mundo de celuloide
o de límpido cristal.
Todos íbamos a vestirnos
con piel de oso o astracán
sin sentir frío nunca y
sin
dejar por eso de bailar.
Todos íbamos a
engolfarnos
como las olas en el mar
que van y vienen
encantadas
a la arena lavar.
Todos seríamos valientes
como Odiseo o Gengis Kan
y seríamos amorosos
como las princesas de un
palacio real.
Todos íbamos a ser
pájaros
igual que Wendy y Peter
Pan
incansables en ese empeño
de volar, volar, volar.
Íbamos a ser, seríamos
lo que quisiéramos, sin
más
que soñarlo porque
gozábamos de libertad.
Pero esos sueños se
truncaron
apenas empezar
en cuanto despertamos
a la realidad.
Y aquí estamos, humanos
en perpetuo desear
ser lo que no somos
de verdad.
Apuleyo Soto.
1 comentario:
Cierto amigo, los sueños, sueños son...
Gracias.
Un abrazo.
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