Hay muchas dudas en el ser humano
sobre el destino que le toque en suerte
al tener que enfrentarse con la muerte,
que nos ha de llegar, tarde o temprano.
Le sucede más bien cuando es anciano,
porque el resto del tiempo se divierte
y en tal modo de vida no lo advierte
aunque de ellas se encuentre muy cercano.
En los últimos años de la vida
es frecuente pensar de esa manera
por el cambio que ha habido en su persona
al sentir que se acerca la partida,
y al verse en la fatal lista de espera
ya el miedo al más allá no le abandona.
Es cuando reflexiona
sobre lo trascendente con hondura
y en paz consigo mismo y Dios procura.
Cristino Vidal.
1 comentario:
Muy bonito amigo Cristino.
Gracias.
Un abrazo.
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