¿Quién
le dice al tiempo párate
con
lo deprisa que corre?
Nadie.
Nadie. Nadie. Nadie,
porque
no nos ve ni oye.
Y
nosotros ¿le escuchamos
el
tictac de los relojes
con
los que nos amonesta
años,
meses, días, noches?
Pues
tampoco, señoritos.
Desdeñamos
sus reproches,
sus
carcomas, sus llamadas
de
atención y sus sermones.
Poderoso
caballero,
el
tiempo cabalga al trote
y
no le detiene nada,
nada
que al hombre le importe.
Apuleyo Soto.
1 comentario:
Además de verdad. El tiempo vuela. Muy bonito amigo. Gracias. Un abrazo.
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