Tú
me estás dando cuanto necesito
y
yo te doy de aquello que careces
y
que de sobra tanto te mereces,
por
lo que sin cesar te lo transmito.
Con
un inmenso amor lo deposito
en
ti y al tiempo veo que floreces
y
en éxtasis divino permaneces,
con
un placer rayano en lo infinito.
Un
amor semejante al que te doy
no
lo has tenido nunca al parecer
y
por eso te sientes tan feliz,
como
también te digo que lo soy
yo,
con esta manera de querer,
al
ver que en ambos dos ha hecho raíz.
Cristino Vidal.
1 comentario:
Tu siempre echarás raices en cualquier parte que estés Cristino.
Muchas gracias.
Un abrazo.
Publicar un comentario