30 Abril

 

30 Abril

TENGO UN AMIGO CARDENAL RECLUIDO EN EL PRESENTE CÓNCLAVE DEL VATICANO

No, no es el título de una novela de Dan Brown, el autor de 'Angeles y demonios' y 'El código de Vinci'.

'Además de cierto es verdad', valga la redundancia, se jactaba con sorna el escritor Jardiel Poncela.

Representan a España cinco cardenales 'papables' y entre estos figura mi amigo Ángel Fernández Artime, de 65 años, nacido en Luanco (Asturias).

La primera vez que conocí a Ángel, en el seminario salesiano de Cambados (Pontevedra), fue a mediados de septiembre de 1968, tras más de veinte horas en tren, un viaje interminable desde Peñafiel (Valladolid) hasta Redondela (Pontevedra).

En esta odisea me acompañaba el cura salesiano Vicente, primo carnal de mi madre. Mis padres me enviaron a Cambados con mi primo con una beca de manutención y estudios, ya que nuestra economía era precaria. ¡Vaya eufemismo! Éramos pobres de solemnidad, aunque mi abuelo Miguel había sido el ricachón de mi pueblo, pero al morir él la herencia, a repartir entre nueve hermanos, se quedó en migajas.

Ángel me cayó bien desde el primer momento, ya que era un dechado de virtudes y sentimientos, amable y generoso, educado e inteligente y sobre todo con un gran corazón.

Su padre era un humilde pescador y mi amigo me relataba lo duro que era salir cada día al mar bravío a ganarse el sustento para su familia. Yo le contaba las penurias de trabajar en el campo segoviano, en las labores de siembra, siega, trilla... de sol a sol, como bregaban mis padres todos los días.

Recuerdo que Ángel y yo estábamos en el mismo curso, en 2° de Bachillerato. Los profesores a él le llamaban por su apellido Artime y a mí, Linares. Así que, al transcurrir de los años, fuimos forjando una buena amistad, hasta que nuestros caminos se separaron al acabar C.O.U.

Yo me decanté por estudiar Magisterio y él se fue al Noviciado, a prometer y acatar los votos de pobreza, castidad y obediencia y emprender así una carrera eclesiástica fructífera, hasta llegar al cardenalato.

El papa Francisco conoció a Ángel Fernández Artime en Argentina, ya que le habían destinado allí como rector de América Latina y poco a poco fueron congeniando y fraguando una amistad duradera.

En el año 2014 fue elegido Rector Mayor de la Congregación Salesiana y el 30 de noviembre de 2023 recibió el birrete y el anillo cardenalicio.

¿Puede ser el próximo pontíficex maximus para continuar con la labor reformadora de la Iglesia Católica: el matrimonio clerical, la elección de mujeres curas, 'obispas' y 'cardenalas', el saneamiento de las finanzas vaticanas...?

¡Voto a Dios para que sea elegido el nuevo papa!

José Ángel González Linares