Escrito enviado por: Antón Pirulero.
Cuando Colon llegó a America,
esto fue lo primero que dijo:
Muy lejos queda esto. ¡Pijo!
Que ganas tenía de llegar,
bajarme los pantalones,
y ponerme a cagar.
Tres meses en popa subido,
para hacer mis necesidades,
y limpiarme el culo,
con el agua de los mares.
Ahora lo haré en un bancal,
y con una piedra redonda,
el ano me he de limpiar.
¡Señores! Ya me deshacía,
por abandonar la patera,
subirme a una higuera,
dejar caer la confitería,
y ver a las gallinas picar,
este delicioso manjar.
Toda la travesía pensando:
Si no llegamos pronto,
ya me estoy ensuciando.
Y uno llamado Rodrigo,
me dio la gran alegría.
¡Tierra! ¡Madre mía!
¡Que gusto que sentí!,
si poco no vuelvo en mi.
Sesenta días pensando:
Si regreso otra vez,
yo me vengo andando.
Donde quiera me parare,
mi tripa soltare,
y seguiré meditando:
¡Pardiez! ¿Hay que ir tan lejos,
para traernos tabaco,
ser el primer turista,
y bañarse en playa nudista?.
¿Al vuelta, soportar a los sicarios,
de unos Reyes cortos de vista,
que nos tienen acongojados
con esta Crisis materialista?.
¡No Señor! Presto os digo:
Yo, que tanto mundo he visto,
de esta mentira estoy harto.
Esto pronto se arregla,
o los cojo y embarco
como deshechos de tienta.
¡No hay derecho Señores!
¡Me hago en estos Pendones!.
Saludos de Anton Pirulero.