Esto del gorrión.
Es un caso singular.
Come las brevas de Arcellón.
Con la merla a la par.
Sin ninguna compasión.
Porque tiene su derecho.
Y le canta esta canción:
Yo gorrión siempre acecho,
y pongo mi devoción,
y los frutos cosecho,
con mucha dedicación,
de los que solo desecho,
los que producen erección.
No tomarselo a pecho,
los dejo para Arcellón.
Es un caso singular.
Come las brevas de Arcellón.
Con la merla a la par.
Sin ninguna compasión.
Porque tiene su derecho.
Y le canta esta canción:
Yo gorrión siempre acecho,
y pongo mi devoción,
y los frutos cosecho,
con mucha dedicación,
de los que solo desecho,
los que producen erección.
No tomarselo a pecho,
los dejo para Arcellón.
Antón Pirulero.
2 comentarios:
Jaja, muy bueno amigo Pirulero.
Graciassss.
Un abrazo.
Válgame Dios, Pirulero,
sin saber que eras gorrión,
comiendo brevas de Arcellón
siempre serás el primero.
En verdad y de corazón,
te agradezco compañero
con un soneto sincero
tu ayuda en la erección.
Sin saber este fogonero
que es auténcico campeón
en el tema calentorero.
Has hecho de él todo un fogón,
que parece ser un brasero
al que nunca llega el apagón.
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