Delicada y fina piel rosada,
manos con ternura te mecen,
recibiendo tu sonrisa amada
mis gozos crecen y crecen.
Estas personitas merecen
Un ¡ole! ¡ole! y... mil ¡óles!
Ellos mi vida engrandecen
con el brillar de sus soles.
Mari Carmen.
1 comentario:
Joóh, que envidia!!! Con las ganas que tengo yo de tener nietos, y nada, mis hijos no están por la labor. Ahora que yo me he recogido una preciosa perrita con la que me entretengo un montón y la mimo muchísimo.
Preciosas estas tres criaturas!!!
Un abrazo.
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