Existe la más bella poesía acaso labrada con mis manos al tacto de la piel de quien es la perfección.
Fundiendo dentro de mí el mármol ajustado y estrechado,
recorriendo su sabia,engastando su carne en cada parte de la que estoy hecho.
Son sus manos y su boca las que se acumulan en mi espalda como la carga creciente de su amor,
coronando y castigando en las grietas oscuras,
en las rutas escondidas de mi piel;
hoy aristas que mis botones almendrados no pueden alcanzar.
Si acaso aun en la distancia puedo percibir bajo el eco de sus labios que se oblicuan e impulsan rompiendo toda regla,
agostando al tiempo,
traspasando la memoria, saciando el hambre,
abriendo el rostro de mi piel como un pergamino que ya se alista a su tinta.
Alma desnuda.
1 comentario:
Hermoso. Gracias.
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