¿Qué más puedo desear, si tú me quieres?
¿qué más puedo pedir, si ya eres mía?
Sólo en el caso que de mí te fueres,
que regreses de nuevo, pediría.
Esta felicidad que me estás dando
no la conseguiría en parte alguna
y por cómo me encuentro disfrutando,
quisiera mantener esta fortuna.
¿Dónde podría hallar ese placer
divino que tu boca en cada beso
me entrega, que mis ansias de beber
de tus labios se cumplen con exceso?
Me encuentro ya en la línea divisoria
y a un solo paso de la misma gloria.
Cristino Vidal.