martes, 20 de diciembre de 2016

SE LES CONSIENTE DEMASIADO A LOS HIJOS.

Porque a los hijos todo se consiente
hacen por ello de su capa un sayo
y a la familia que la parta un rayo,
pues ellos se saldrán por la tangente.

Como la madre peca de indulgente
y el padre le perdona cada fallo,
le es suficiente para ser el gallo
del corral al mimado adolescente.

Proclives se hacen pronto a los desmadres
y se divierten de cualquier manera
incluso peleándose entre ellos,

y además, no hacen caso de los padres,
pero aceptan consejos de cualquiera
y acaban en la red de los camellos.

Cometen atropellos
sin ton ni son por falta de mesura,
una vez que han perdido la cordura.
 
Cristino Vidal.

MISTERIO DIVINO

El Niño Jesús
en la Nochebuena
demandó la cena.

Dame de mamar,
le dijo a María
con el frío que hacía.

Y la Virgen pura
a la Criatura
le acercó el pezón.

Entonces José,
se ignora por qué,
dejó de serrar.

La sierra en el brazo,
fue a darle un abrazo
a su dulce Hijo.

Nunca un padre hiciera
eso a su manera
tan delicadísima.

Y es que en entretanto
también besó el santo
a María Santísima.

El caso es que el buey,
como era de ley,
calló y se aguantó.

La mula rió,
el río corrió,
el cielo bajó.

Llovía, nevaba
y la puerta estaba
blanca, blanca, blanca.

Misterio divino.
Gracias al que vino
porque nos convino.

Solo en Navidad
se entrañan Camino
y Vida y Verdad.

Apuleyo Soto.

lunes, 12 de diciembre de 2016

VAGOS RECUERDOS DEL SUBCONSCIENTE.

Van pasando las horas lentamente
todas las noches, y mirando al techo
por no poder dormir, las aprovecho
para hurgar en lo oscuro de mi mente.

Me traigo del pasado hasta el presente
aquello que no hiciera o que haya hecho
con lo cual no me encuentro satisfecho
y me horada con furia el subconsciente.

Tales recuerdos son la causa y fuente
de que algunas desdichas al acecho
comiencen por los surcos de mi frente

y acaben alojándose en el pecho,
con un dolor que es harto consecuente
con un pensar que es demasiado estrecho.

Puede que en algún trecho
del camino pecase de inconsciente
y algo quizás se me quedó pendiente.
 
Cristino Vidal.

A CADA CUAL POR SUS OBRAS

Paso de ser astuto, sibilino,
listillo, malcriado, lisonjero,
tontoelhaba, pedestre, pendenciero,
hipócrita, taimado o catalino.

Prefiero que me llamen adivino,
maestro, poetiso, compañero,
ángel de luz brillando en candelero,
unicornio, urugallo, palomino.

Para el resto de vida que me quede
la gente que me quiere debe y puede
contar con mi trabajo dictador.

Dictador de palabras día a día
con las que acumular sabiduría
para vivir mejor, siempre mejor.

Apuleyo Soto.

EL FINGIMIENTO DEL ESCRITOR.

De mis poemas soy protagonista
y por lo tanto lo que escribo siento,
ya sea una alegría o un tormento,
de modo que parece realista.

Es mi particular punto de vista
pensar que quien escribe toma asiento
como un actor virtual al cien por ciento,
ajustándose al rol de ilusionista.

El autor para nada es personaje
real en el escrito, que es ficticio
el que interviene por su propia cuenta,

pues aquél solamente pone el traje
a uno que aparece de adventicio,
que en su cabeza para el caso inventa.

Fracasa quien intenta
con lupa ver el tema en mi relato
tratando de buscar tres pies al gato.
 
Cristino Vidal.

LAS PELEGRINITAS

Las pelegrinitas
Carmena y Colau
se van a ver al Papa,
que es muy salao.

Y dicen que dicen
que está asombrao
ante la visita
que le han colao.

¡Anda, jaleo,
qué contradiós,
qué postureo
el de esas dos!

Quieren hacer
del Vaticano
punto de unión,
Monte Calvario.

Quieren lucirse
por su trabajo
como alcaldesas
del refugiao.

Largo camino
llevan andao,
los cardenales
ya lo han notao.

Y es que a otros pelegrinos
amontonaos…
al mar Mediterráneo
los han tirao.

Dicen que el Papa,
ay, se ha asustao
y en la Silla de Pedro
reza sentao.

Apuleyo Soto.