jueves, 2 de marzo de 2017

ESTA MÁQUINA DEL CUERPO

Esta máquina del cuerpo
que a veces no funciona.
Esta carreta de dos tiros largos
que en un barrizal se enfonda.
Esta mezcla de carne, hueso y nervios
que día a día se me desmorona.
Este potro mortal sobre la tierra,
que bufa, suda y se desenamora…
es lo poco que albergo en tanto el alma
le habita aunque es su cárcel y mazmorra.
Perdonadme que escriba estas tristezas,
pero es que me subleva la memoria
del tiempo más feliz que antes viviera
y que se fue como una sombra.
Hay que engrasarla, hay que rodarla,
hay que forzarla aunque no quiera ahora
que la sabiduría acumulada
se expande por la red de la robótica
despojando a la vida
del corazón que la ilusiona.
Sin corazón… ¿qué hacemos?,
¿adónde vamos sin su acción motora?
Señor, Señor, la humanidad
está sumida en la congoja.
Señor, Señor…
tiende tu mano acogedora.

Apuleyo Soto.

1 comentario:

Mari Carmen dijo...

Hay que echarle aceite de vez en cuando amigo.
¡Aupa! Gracias.
Un abrazo.