Hay que ver lo bien que nos
va la palabra “Standard”, para todo. Estoy hasta el moño de esta
dichosa palabrita.
Voy al mercadillo, (en el
Corte Inglés dicen que esto no pasa) miro una camiseta.
- Hummm, parece que me va a
quedar pequeña.
- No, no, siniora, ha cohío
buena, es estándar, vale todo tamanio. 10 eros solo, buena.
- A ver esta otra, parece
mas grande, (de hecho es mucho mas grande).
- Eta también buena pá
uté, 10 eros, también vale todo tamanio, siguro.
Vamos, que la pequeña es
estándar y la grande también.
Si compras la pequeña con
la ilusión de que te quepa, llegas a casa y... Sí, claro que cabe,
sacando dos palmos de lengua cuando llega al “badén” que hay mas
abajo del cuello.
Metes una manga, la otra, y
efectivamente, te queda al pelo, (las mangas), incluso hasta te
puedes permitir el lujo de darles unas vueltas si no las quieres
llevar como guantes, porque el resto de la camiseta aún están
intentando pasar el dichoso “badén”.
Hala, a ver a mi amigo el
moreno para cambiarla por la otra “estándar” mas grande.
Esto ya es otra cosa, el
“badén” lo ha pasado bien, pero las mangas... ¡Se han comido
mis manos!. Para mi que traía dos y ahora no veo
ninguna.
¿Seguro que esto era
camiseta?, porque las letras “adilas” me llegan a la rodilla.
Me la quedo, total, si ha
pasado el “montículo” y puedo llevar la lengua a su sitio, con
lo que arrastra y sobra de mangas siempre podré hacer trapos para
limpiar cristales, que vienen muy bien.
Mas me repatea los armarios
de cocina Standard, y mira que se lo dije al “bigotes”. No me la
pongas alta.
No, no me la puso alta. Es
estándar.
Los vasos los cojo con la
rasera y me los llevo a la orilla de la leja. Me pongo de puntillas y
con la punta de los dedos los voy agarrando de uno en uno.
- ¿Es que no llegas??
- ¡Joío! No ves, que ¡no!.
- Pues, es estándar.
Para coger los platos, (de
uno en uno también) estiro el brazo todo lo que puedo, haciendo unas
posturas rarísimas tipo gili...
- Esos platos de la segunda
leja es que ¿nunca los usas?
- ¡Grrrr!. Buenooo. (Solo
una mirada asesina).
Para los tupperware me viene
mejor el cucharon, pero éstos parecen que tiene vida propia, en
cuanto toco uno, media docena se me vienen encima haciendo un
tenderete por toda la cocina.
- Nena, lleva cuidado. ¿Es
que no alcanzas?
- Alcanzaría si me la
hubieses puesto mas baja.
- Es estándar.
- ¡Juerrr! Con un par de
centímetros menos, se jode el estándar pero yo alcanzo.
Últimamente estoy muy
mosqueada. Mi cocina, me está vacilando de una forma descarada. Creo
que está dejando de ser Standard. Cada día que pasa le crecen un
poco mas las lejas.
En fin... seguramente quién
no es estándar soy yo. Esto de... “Chavall te falta un petisuis”
se ha quedado corto conmigo. Necesitaría un contenedor de gran
tonelaje completo.
Como fui la primogénita,
mis padres se ve que no tenían mucha práctica en hacer bebés y me
dejaron un poco escasa.
Mari Carmen.
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