domingo, 16 de septiembre de 2012

Palabras de Santo.

 Dedicado a mi gran amigo Arcellón.
 Lo dijo Sto. Tomas de Aquino
y quedo para la Historia
a todo el que le gusta el vino
ira derecho a la gloria
sin torcerse en el camino.

Quedando en la memoria
del pobre Arcellón"cebollino"
que para el, zumo de zanahoria
para el Pirulero el vino
y los pollos en pepitoria.

Con la leche de burra convino
cualquier jaculatoria
que al momento adivino.
"Dame señor plata y Gloria,
para Arcellón un pollino".

Anton Pirulero

7 comentarios:

Mari Carmen dijo...

Antonnnn, ¡jolínnn!! ¡qué chuliiii!! Me encanta. Graciassss amigo.
Un abrazo.

P.D. Ufff, Arcellón seguro te saca alguna pega, jeje, nusé, nusé...

Militos dijo...


Parecen letras de Quevedo, qué bueno!!

Un beso

Santiago Medina dijo...

Comparto la misma idea que Militos , parecen versos de Don Fco de Quevedo.
Muy bueno...
Gracias Carmen por poner mis versos en tu blog, espero que os gusten de todo corazón...
Un saludo a todos y en especial a ti

Mari Carmen dijo...

Gracias siempre a vosotr@s por leer esta humilde página y participar con vuestros comentarios y poemas.
Muchas gracias.
Abrazos.

Anton Pirulero dijo...

Para Militos y Santiago Medina para que sepan la verdad de quien fue el tal Quevedo.

¡Hombre! ¡Dios! ¡Por fin!,
alguien cuenta se dió,
el Quevedo malandrin
muchas veces me plagió.
Solo fué un espadachin
que la suerte le mimó
se pego a mi banderín
y de mi talento vivió.
¡Un pobre parlanchin!,
lo mismo que Arcellón.
Como aquel vive a mi costa
hasta que le llegue el fin.
Morirá cual langosta
ahogado en un bacín
por lo mal que se porta.

Anton Pirulero

P.D. No se tomen esto en broma, es la pura verdad. y Udes. sigan escribiendo. Superar lo de Quevedo es cosa facil.

Santiago Medina dijo...

Me encanta ver que la vena de Quevedo fluye de vuestras manos...
Pero yo creo que si esto se lo recitas a una mujer triunfas. pincha en en el link para triunfar
http://poesiadesantiagomedina.blogspot.com.es/2011/07/su-cuerpo-es.html

Santiago Medina dijo...

Su cuerpo es el horizonte de mis ojos

es el suspiro de mis manos que jadean

es el universo de mi boca anclada en el alba

juguete de mi lengua húmeda

que nada con el sabor de la mañana dichosa,

es la vida de mi corazón que bombea

bailando a ritmo de sus besos calidos

que caldean mi cuerpo con fuego sin llama

quemándome en sus brasas sin herida

formando rescoldo en sus brazos

que amarran mi cuerpo caprichoso

desden de su pensamiento único

alimento que sustenta su hambruna

generosa de probar el dulce bocado,

sangre del vigor de nuestras venas

taciturno fulgor de la pasión

que esperamos con anhelo en nuestro lecho

nave del símbolo de nuestra unión consentida

legado del tiempo real.