27 Agosto
GRANIZADO DE LIMÓN
Regala el limonero
sus frutos amarillos como el oro,
y se da por entero
como un rico tesoro
que acompaña en la mesa, y lo devoro.
Cuando llega el estío,
nunca puede faltar el granizado;
fresco, gélido, frío
y un poco azucarado
me llega a la garganta con agrado.
¿Qué sería mi vida
sin el buen granizado de limón?,
extraviada y perdida
más que un joven gorrión,
mas lo tengo en mi mesa, qué ilusión.
Chelo Álvarez
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