27 Febrero
CUANDO LA MAÑANA
La mañana se despierta
y,como siempre,se estira.
Peina sus canosas horas
con los sueños de su lira.
Abre pétalos azules
cada instante que nos mira,
como la sangrienta rosa
que su lágrima suspira,
gotita de despedida
de aquella sangre sin ira.
Cada hora,un grato latido
varado en quien nos inspira,
un pájaro azul sin vuelo,
amarrado a quien admira.
Vive en salitre pupila
desgranando cuanto aspira,
elimina sus pesares,
abandonos y respira.
Es la mañana quien llega,
su desesperanza expira.
Miguel Checa
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