10 Enero
Hoy me ha emocionado un bello poema de Luís Salvador Trinidad. Tenemos la suerte de que ha dado su permiso para compartir con nosotros sus escritos.
Gracias Luís. ¡Bienvenido a nuestro rincón de “Sucina. Poetas y derivados...”!
PADRE NUESTRO
Padre de todos y el Cielo
suplico para tu tierra,
que se destierre la guerra
y haya paz sobre tu suelo.
Al que sufre; da consuelo,
calma la mente abatida;
sana el dolor en la herida
del pecho decepcionado,
y, dale al desesperado,
esperanza y nueva vida.
Que, en el mundo, cada hombre
contemplando tu creación,
eleve a ti su oración
santificando tu nombre.
Que en tu presencia se asombre
al despertar la mañana.
Que en la vida cotidiana
fluya justicia y verdad
y, que haga tu voluntad,
toda nuestra raza humana.
Danos siempre de tus manos
el pan para cada día,
que gocen de tu ambrosía
todos los seres humanos.
A los que debemos “granos”
perdona lo que debemos,
haz también que perdonemos
a todos nuestros deudores
y, libres de sinsabores,
tu Santo Nombre adoremos.
Insisto en mis oraciones,
confiando en tu gran amor,
no nos permitas Señor,
caer en las tentaciones.
Oye las intercesiones,
de tu coro celestial
y, a tu gremio terrenal,
bríndanos tu protección,
aleja la tentación,
líbranos de todo mal. (Amén)
Luis Salvador Trinidad
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