martes, 5 de julio de 2016

La risa, el mejor antídoto.

El reír a mandíbula batiente
es muy sano y de gente generosa,
que para nada quiere ser graciosa
ni enseñar la blancura de su diente.

Sólo se trata lisa y llanamente
de cambiar de manera cariñosa,
así como quien no quiere la cosa,
esa tristeza que hay en mucha gente.

Como se sabe bien, no cuesta nada,
así que hagámoslo con gran frecuencia
y convicción, de modo que dejemos

con tan hermosa acción la deseada
alegría, con esta menudencia
de la que todos regalar podemos.
 
Cristino Vidal.

1 comentario:

Mari Carmen dijo...

Qué razón tienes amigo Cristino.
Muchas gracias.
Un abrazo.