28 Noviembre
LAS CAMPANADAS
La pluma del poeta
Es como la boca del alma
Como una mina con veta
Que se saca a pico y pala.
Cada pluma es un temblor
Con cada letra que escribe
Y puedes tener mentor
Que siempre a ti te lo pide.
Por eso cuando me callo
Y las palabras no digo
Como una bomba estallo
Y todo me importa un higo.
Yo voy cumpliendo los años
Y me pasa como al buen vino
Que cuando llega a mis manos
Lo veo en un espejo y me miro.
Setenta y cinco he cumplido
Y mi madre relataba:
“cómprate una silla, hijo,
Para sentar la cabeza¨.
Y yo le contestaba:
“Madre, aún no está barata”.
Y, ahora lo que quiero,
Después de los tres cuartos
Es pensar si deseo
Llegar a los cuatro cuartos
Y, DAR LAS CAMPANADAS.
Cándido T. Lorite
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