ME CONFIESO
¿Acaso yo he pecado, señor cura?
Si todos los domingos voy a misa,
le plancho a mi marido la camisa,
y lo cuido si tiene calentura.
Al alba me levanto, y con premura,
al rezo del rosario voy aprisa,
le doy una moneda si precisa
a un mendigo que sufre de locura.
Soy más buena que el pan de cada día,
ignoro la maldad, la picardía...
Mas anoche soñé que me dio un beso
un apuesto francés en un rincón,
no pude rechazar a Alain Delon.
Si es pecado soñar, yo me confieso.
Chelo Álvarez
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