17 Septiembre
SE PUEDE MORIR DE RISA
El ejemplo es Crisipo de Solos, un filósofo griego.
Tras una asfixia prolongada, Crisipo perdió el conocimiento. Pocos segundos después, sufrió un paro cardíaco. Y no: no fue porque tuviera una edad particularmente avanzada, ni porque tuviera complicaciones en el corazón, o estuviera muy borracho. Este filósofo estoico perdió la vida tras reírse de su propio chiste.
Ese día, Grecia estaba de fiesta. Se celebraba la 143ª Olimpiada en medio de vino, frutos de olivo, dátiles y otras delicadezas de la comida mediterránea. Crisipo estaba particularmente emocionado, porque durante sus años de juventud, se había entrenado como corredor de larga distancia. Nunca se imaginó que después de una de sus observaciones cínicas, perdería la vida.
¡Glúp! ¡Qué cosas!...
¡Buen día!
Mari Carmen
No hay comentarios:
Publicar un comentario