6 Septiembre
EL MUNDO DE MIS SUEÑOS
Vivía yo, en un mundo amplio y luminoso
limpio tranquilo y hermoso.
por donde a menudo yo, paseaba por senderos
rodeados de retamas floridas y romeros,
admirando complacida tanta belleza a mi alrededor,
que brillaban, iluminada bajo los rayos del sol.
Los senderos eran alfombras verdes como primores,
salpicadas de flores silvestres de mil colores,
amapolas y rosas, que besaban alegres las mariposas.
Lo creado por la naturaleza, tan inteligente,
fumigadas con bendiciones naturales,
de un colorido..y una belleza incomparable.
En mi mundo, vivíamos libres,
sin nada que nos pudiera perturbar,
en medio de un ambiente sano y natural,
sin residuos, sin agobios..ni contaminaciones
que nuestra salud pudiera dañar.
Que a menudo paseábamos por nuestro litoral,
mirándonos en nuestro mar, sin malezas ni suciedad,
transparente y limpio como el crista,
Por donde cada año la Virgen del Carmen,
Su patrona, divina y buena ¡ mucho más !
en su barca por el mar, le gusta pasear.
Últimamente sale a pasear ¡ igual !
pero triste y desconsolada, conocedora de su aguas
antes limpias y tan claras, y ahora sucias y contaminadas.
Pongamos todos nuestra empeño y voluntad,
para que nuestro mar, vuelva ser limpio y natural,
para que la Virgen vuelva mirarse en el
como en un espejo ¡sin igual !
Un jardín era el mundo en el, que yo vivía,
rodeada de gente, viviendo en paz, y en buena armonía,
donde jóvenes y ancianos vivíamos felices,
como hermanos, a menudo dándonos la mano,
ayudando siempre a los más necesitados,
sobre todo a los pobre y ancianos.
En mi mundo no había envidias .. ni codicias ni rencores
ni guerras, iniciadas por personas de duros corazones.
sin alma, que mejor ¡ no mencionarlas !
Ciegos por la codicia de poder y de riqueza, con el alma negra.
y los corazones duros... ¡ duros como piedras !
En mi mundo no había niños huérfanos por la calle,
abandonados con hambre, con la ropa rota,
sin nada que llevarse a la boca.
En mi mundo los niños jugaban en los parques,
sin nadie que su alegría les a arrebate,
merendando por las tardes pan y chocolate.
Que cuando corrían, a veces se derretía,
siendo para ellos deleite, jugar al escondite.
En mi mundo los pájaros, los jilgueros y ruiseñores,
volaban a alegres por los alrededores,
alegrándonos con sus trinos tan divinos,
que nos causaban emoción, todos al mismo son.
En mi mundo dormía yo, complacida y feliz en aquel Edén,
dándole gracias a la vida. y a Dios cada vez.
Hasta que al amanecer, un rayo de sol me despertó,
y mi corazón sintiéndose triste y pequeño, lloro
y desconsolado, comprendiendo, que mi mundo,
el mundo con el que todos habíamos soñado,
¡ nunca seria logrado ! porque solo había sido
un sueño imaginado, un sueño . ¡ una ilusión !
y los sueños ¡ sueños son !
Rosario Morcillo
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