16 Noviembre
MARIDOS EN LOS CIELOS
Mi marido era un bendito
que se llamaba Bartolo.
Con un agujero solo
soplaba, el muy cabrito
la flauta..., algo inaudito.
Y lo enterramos en Soria
y lo guardo en mi memoria
tan contenta, sin anhelo
porque si él está en el cielo
yo estoy ahora, en la gloria.
Luís Olaverri
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