martes, 7 de junio de 2016

DIBUJO CAMPESTRE

El campo amapolado
se sale de sí mismo
y se exhibe glorioso
regiamente vestido.

Vuelan los drones
del polen cabe el río,
ingrávidos y canos
sin depender de un hilo.

La tarde se extasía,
rueda el viejo molino,
brincan las aguas,
yo estoy conmigo.

¿Soy un hombre o un árbol,
un junco dobladizo,
una estatua perenne,
una piedra o un niño?

Apuleyo Soto.

1 comentario:

Mari Carmen dijo...

Bonito poema a la madre naturaleza.
Muchas gracias.
Un abrazo.