A mis fieles colaboradores
yo les debo una disculpa.
Buenos amigos seguidores
cada uno, su poema esculpa,
para hacerme mil favores
rebuscando hasta la pulpa
en mi blog de sinsabores
que le dan vida con su tulpa.
Mi buen amigo Cristino Vidal,
cumplidor, me manda sus poemas
que son como agua de manantial,
dónde se lavan todas las penas.
Y qué decir de aquel chaval
que con sus versos te quemas
alegre y tremendo vendaval.
Es, Apuleyo Soto con sus temas.
Mis
queridos amigos Vidal y Soto.
Yo os
pido mil perdones
llevo
retraso, pero, ya reboto
en
poneros vuestras aficiones.
Tengo
un mes que el tiempo agoto
y voy
corriendo a trompicones.
No
creáis ni en lo más remoto
que
no me gustan vuestros renglones.
Mari Carmen.
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