En el tablero de España,
con diecisiete figuras
que a jugar su suerte
ensayan
en distintas coyunturas,
discurren como si nada
las regiones a la pugna:
Nobles son las de
Castilla,
turbias las de Cataluña,
renegadas las vascuences,
las navarras, batasunas;
tintas las de la Rioja,
bailonas las andaluzas,
las de Aragón, mañas
mañas,
y hortelanas las de
Murcia;
las de La Mancha,
quijotas,
y fabadas las de Asturias;
las de Valencia, falleras,
las gallegas pulpo-pulpas,
y la extensa y poderosa
bicefal Extremadura,
estirada a Portugal
con una querencia mutua
desde los conquistadores
que amasaron mil fortunas;
Baleares y Canarias,
islas distintas y juntas,
paraíso de turistas
al rubio sol y a la luna…
,
y Ceuta y Melilla, proas
de una brava envergadura,
puentes entre Europa y
África
y puertos de gracia suma.
¿Cómo unir este desmadre
si es que España sólo es
una?
En esas andamos todos
con más o menos cordura.
Apuesto por la hermandad
en paz como una comuna.
Venga, a disipar torpezas,
venga, a limar raspaduras,
que la unión hace la
fuerza:
Fuenteovejuna.
Apuleyo Soto.
1 comentario:
Así debería ser, todos a una, pero aquí cada uno tira para un lado.
Anda que...
Gracias amigo.
Un abrazo.
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