1 Febrero
SONETO imperfecto a mi DIOS perfecto.
A mi Dios me someto en un soneto
de todo corazón y le prometo
que no le olvidaré y allá que va:
Tenme contigo Dios, Yavé o Alá.
Diez versos quédanme aún por detrás
y los imprimo aquí para que más
me ame el Dios al que amo yo
lejos, muy lejos del malo Satanás.
En
los tercetos entro con pie quedo,
déjenme que les quiera cual les quiero,
omnipotentes y anchos sin remedo.
Ya
está hecho el soneto palabrero,
ya me acuesto en sus versos llevaderos,
en paz estoy y sin sombrero.
Apuleyo
Soto
No hay comentarios:
Publicar un comentario