domingo, 6 de febrero de 2022

6 Febrero

 

6 Febrero

ROMANCE DE POCO FUSTE CON SABOR ELEGÍACO

EN la ciudad de Zamora,

hora del atardecer:

ver el revolar sonoro

de los vencejos romper.

Muy vencido el mes de mayo

y ya el sol al trasponer

contemplo la ancha campiña

a lo lejos verdecer.

Baja el Duero, triste y lento,

soñoliento en su mecer

de riberas animosas,

tras azudas descender

entre espumosos resuellos

que ayudan a conmover.

¡Ay, Duero de mis entrañas,

quién te ha visto y quién te ve!

Sesenta años ya pasados,

años que ya no veré,

como tampoco verás

tú las flores florecer,

que hoy contemplas tan ufano

de al derecho y de al revés.

MURALLA, castillo, piedras

que lame el agua al caer;

luces, soles que acribillan

la clara cara y su envés

de las fachadas rotundas

de tanta iglesia cual es:

fervor de estilo románico

y la Edad Media en su ser.

Campanas de bronco son

cúpulas de cuanto fue;

cálidas huellas perdidas

de un tiempo donde hubo fe.

--Río Duero, río Duero,

testigo tú; bien lo sé:

mas a nadie se lo cuentas;

mientras piensas: ¡para qué...!.

Pedro Crespo


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