9 Febrero
Hace dos días marchó al cielo su hermana Alejandra. Desde aquí mi más sentido pésame para nuestro amigo, colaborador y maestro Apuleyo Soto Pajares y demás familiares.
ORACIÓN FÚNEBRE PARA ALEJANDRA.
Adiós, hermana Alejandra.
Dios te tenga ya en su Gloria
y a su diestra soberana
a ti de egregia memoria
pues tu paso por la tierra
era el de una cozuelana
como ninguna otra hubiera
en honradez y limpieza.
¡Una buena pieza eras!
con tu padre el sacristán
y tu madre la doméstica
de la casa y el corral,
ambos con el carro a cuestas
a fin de ganarse el pan
y la tienda siempre abierta
a cualquier hora del día
de ultramarinos repleta:
arroz, tomates, patatas,
toda clase de conservas,
algún conejo y gallinas,
un burro y una pollina…
Adiós, hermanita Alejandrita,
adiós, para siempre, adiós.
Con
tu Corte y Confección
y tu don de peluquera
aprendidos en Segovia…,
tú ya eras la repera
con solo 16 años
yendo a hacer las permanentes
y los trajes de las fiestas.
De modo que en la comarca
todo dios te conociera
en Hontalbilla y la Villa,
en Olombrada y Torrecilla,
en Fuentesoto y Fuentelolmo,
Tejares y Sacramenia
con Carrascal hasta el colmo.
Adiós, Alejandra, adiós.
Ale, Ale, Ale, Ale
te coreaban los mozos
cuando en la plaza bailabas
como una estrella de cine
y con los brazos en jarras.
Hermana de cuerpo y alma,
no te olvidaremos nunca,
por siempre serás amada.
Tenías que contarme tanto…
Ya me lo contarás cuando
suba a verte allá do vayas.
¿Te
acuerdas del fijador
que en la cabeza me echabas?
¿Te acuerdas cuando el obispo
llegó para confirmarnos
y tú trenzaste las palmas
para esperarle con cánticos?
¡Ay Alejandra, Alejandra,
descansa en paz, grande hermana!
y oye cómo todos te gritamos:
¡Adiós, adiós, Alejandra!
Apuleyo
Soto
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