11 Junio
¿Jugamos? ¡Juguemos!
Este relato es fruto de una propuesta del blog “Club de escritura Aike” (San Javier. Murcia)
Cada participante tenía que hacer un texto donde relatara con pistas qué objeto podría ser. Ejemplo: Un jarrón, perchero, cama, cafetera...etc, etc. (cualquier cosa)
Fue muy divertido escribir y leer a los demás.
Aquí comparto el mío. A ver si adivináis qué soy.
¿QUÉ SOY?
Don
Ramón y Doña Elvira decidieron ponerme aquí. ¡Qué suerte la mía
con el cambio!
Me gusta más este sitio que tengo ahora,
aunque tenga que soportar los traqueteos de Claudia y Felipe.
¡Qué
belleza hay en el exterior y no me había dado cuenta!
Observo
el cielo y los maravillosos colores que me regala la naturaleza a
diario, ¡es tan bonita el alba...! algunas veces está rojiza como
muchos atardeceres. Las flores que me rodean parece que se empinan
para mirarme.
Me siento feliz. Hace dos años que contemplo
este paisaje y cada día descubro algo nuevo que no había visto en
el anterior.
Ese ciprés ha crecido mucho, veo un bulto en el
lateral, creo que es una colmena. Sí, es una colmena. ¡Qué
curiosas son las abejas! De tantos árboles que hay en la ladera han
escogido éste para hacer su panal, claro, es el que está más
cercano a todas las florecillas silvestres que crecen desde el suelo.
Sí, estoy feliz. Todos los días D. Ramón me deja el
periódico y así me informo de las noticias del mundo. ¡Madre mía
y cómo está el mundo! Qué manera más absurda tenemos de
complicarlo.
Hoy he comido bizcocho que nos ha traído la
vecina. Joaquín (el pequeño de la casa) ha compartido unas cuantos
trocitos conmigo, ¡estaba buenísimo!
Qué tranquilidad por
las noches cuando todos están dormidos. El "minino" de la
vecina y yo pasamos horas mirando las estrellas más brillantes que
hay en el cielo, él ronroneando y yo moviéndome con la brisa
nocturna. Luego el sueño lo rinde y se duerme. Me es muy grata tener
su compañía hasta el amanecer, hora en la que se levanta Roberta y
lo ahuyenta con el grito de: ¡Saaassspeee!
Aquí estoy mejor
que donde estaba antes, al menos me libro del maldito trapo mojado
que Roberta me pasaba todos los días para lavarme la cara o el
dichoso plumero que me hacía cosquillas. Ahora no se preocupan tanto
de mi higiene , bueno... de vez en cuando me sueltan un "lapo"
con algún cepillo, pero es llevadero.
El otro día me
molestó bastante un comentario que le hizo Claudia a Roberta. Dice
que cojeo. ¡Vaya! ¿Qué querrá esta mocita? Si su madre supiera lo
que hacen conmigo...ella si que se iba a llevar un buen espolsón .
Reconozco que ya no estoy para muchos vaivenes, tal vez por
eso me sacaron fuera, pero Claudia y Felipe no se que habrán visto
en mi silueta que se excitan con solo mirarme. Tan grande como es la
casa... y tienen que venir siempre a mi fogosamente para hacer el
amor. Y no será porque no hay camas dentro... pues nada, le han
tomado el gustillo a mi presencia y me pegan unos tutes "de
padre y muy señor mío". Y luego dicen que cojeo, ¿cómo no
voy a cojear?, si lo raro es que aún me balancee.
Tengo
ganas de que se vayan de vacaciones para quitarme este par de
enamorados de encima y también a la culona de la abuela que pocas
veces me usa pero cuando lo hace me deja renqueando.
Mari
Carmen Olmos
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