16 Agosto

 

16 Agosto

Escuela de Escritura Aike San Javier. Un espacio que te brinda la oportunidad de escribir tus relatos bajo unas bases que impongan la mayoría. El grupo es amplio y se reúnen una vez al mes para comentar los textos enviados y aprender unos de otros.

Por petición de Germán Hernández García, os dejo su relato expuesto en “Lecturas al vapor de un café”

DERROTISMO

Febrero de 1998, en una cafetería de Rentería tomando un cortado, un hombre joven esperaba a otra persona, sin levantar sospechas: Iñaki: ¿Dónde se habrá metido el Koldo? Le dije a las diez en punto y pasan diez minutos. Entiendo que le hayan comido la cabeza los políticos, pero ahora más que nunca tenemos que darles cera. Por el bien de Euskal Herria, por su soberanía. Si se ponen tontos, a mierda la paz, los volamos a todos, como hicimos con Carrero, o con el iluso de Miguel Ángel que pedía que nos entregásemos, ¿entregar?, ¡una ostia! ¡Me llevarán con los pies por delante primero! Está mal que lo diga, pero no siento nada cuando aprieto el gatillo, o pulso el botón, nadie es inocente del todo. Aquellos que han muerto a mis manos, sin duda lo merecían; solo son objetivos, dejaron de ser personas y se puede hacer daño a los objetivos.

Por la entrada aparece Koldo, alto, de ojos grises y tristes, vestido con un abrigo negro y una bufanda roja. Echa una mirada a la cafetería en busca de la camarera/o y pide un café en su idioma natal, el vasco. Junto a Iñaki, eran miembros de ETA-militar desde hacía unos años, y amigos desde siempre.

Koldo: Esta Cafetería está llena de gente, alguien nos podría reconocer o dar fe de que hemos estado aquí, puede que halla algún guarda civil de secreta incluso. Este Iñaki no sabe llevar cuidado, no tiene ni un mínimo de consciencia de lo que nos jugamos, y yo estoy harto de vivir con tanto

miedo, de mirar siempre atrás por si acaso, de temer a las sombras, de esconderme de las sirenas, de no tener casa fija, de no ver a mis familiares y de ser un asesino. El nacionalismo por el que tanto he luchado y me ha hecho disparar pistolas ahora está eclipsado por cólera, rabia, y un estado de adrenalina constante. No me apunté para esto. Iñaki entenderá mi postura...

Ese día un amigo mató a un amigo, y un guardia civil de secreta que había allí detuvo al asesino. Hasta hoy sigue en la cárcel, poco a poco ha visto como la Organización que mantuvo en jaque al país durante tanto tiempo fue cayendo paulatinamente hasta desarmarse y ponerse fin de ella misma.

Germán Hernández García